Las afirmaciones de que en la India se viven 200 años o más, como la historia viral de un hombre supuestamente de 188 años hallado en una cueva, son constantemente desmentidas como información errónea.
Por ejemplo, el hombre de la cueva fue identificado como Siyaram Baba, un santo hindú de Madhya Pradesh, probablemente de unos 110 años, no 188 ni 200.
De igual manera, otras afirmaciones, como los supuestos 179 años de Mahashta Murasi o los supuestos 256 años de Li Ching-Yuen, carecen de documentación creíble y se consideran mitos o invenciones, a menudo provenientes de fuentes poco confiables como World News Daily Report.
La esperanza de vida humana más longeva verificada sigue siendo la de Jeanne Calment, con 122 años, sin que ningún caso científicamente validado la supere.
Estas historias despiertan la fascinación del público y se difunden rápidamente en redes sociales (p. ej., el video de Siyaram Baba alcanzó casi 30 millones de visualizaciones).
Alimentan debates sobre la longevidad, la espiritualidad y prácticas tradicionales como el yoga o el celibato, a menudo atribuidas a estas figuras.
Sin embargo, también difunden desinformación, lo que podría socavar la confianza en los registros verificados y la comprensión científica del envejecimiento.
Las afirmaciones engañosas pueden distorsionar la percepción pública de la biología humana y el envejecimiento, generando expectativas poco realistas o escepticismo hacia la investigación legítima sobre la longevidad.
También pueden explotar la veneración cultural por las figuras mayores en India, donde se celebra a los supercentenarios, pero rara vez se verifican debido a la insuficiencia de los registros históricos de nacimiento.
Esto puede desviar la atención de problemas reales, como el envejecimiento de la población de la India, que se proyecta que alcanzará los 48 millones de personas mayores de 80 años para 2050, lo que sobrecargará los sistemas de salud.
No hay evidencia creíble que respalde las afirmaciones de que alguien viva hasta los 200 años. Las afirmaciones de longevidad extraordinaria requieren una documentación rigurosa, que a menudo no existe en la India debido a lagunas históricas en el registro de datos.

