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Las elecciones legislativas del domingo 26 de octubre de 2025 (con resultados consolidados el 27 de octubre) renovaron 127 bancas en la Cámara de Diputados (mitad de las 257 totales) y 24 en el Senado (un tercio de las 72), en un contexto de polarización política y baja participación electoral.
Con más del 90% de las mesas escrutadas, el partido La Libertad Avanza (LLA), liderado por el presidente Javier Milei, obtuvo una victoria contundente a nivel nacional, superando las expectativas y revirtiendo derrotas previas en distritos clave como Buenos Aires.
La participación fue del 66-68%, el nivel más bajo en años recientes, lo que refleja descontento generalizado por la crisis económica, aunque el oficialismo atribuye el triunfo a la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) para mayor transparencia
A continuación, un resumen de los resultados provisionales por principales fuerzas políticas:

Fuente: Escrutinio provisional con >90% de mesas; datos consolidados de CNE
Distribución de Bancas
LLA consolidó su presencia en el Congreso, aunque no alcanza mayoría absoluta (requeriría alianzas con bloques como el PRO). El Senado se renueva en 8 provincias, otorgando 2 bancas a la lista ganadora y 1 a la segunda.

Fuente: Proyecciones basadas en sistema D’Hondt y distribución distrital.
En provincias como Santiago del Estero, el oficialismo local (Frente Cívico) arrasó con 70%, asegurando gobernación y senaduría. El mapa electoral se tiñó de violeta (color de LLA) en la mayoría de distritos, con dominio en 20 de 24 provincias.
El triunfo de LLA representa un espaldarazo a mitad de mandato para Milei, confirmando su “mandato popular” y revirtiendo la derrota en las PASO de septiembre 2025.
Esto fortalece su narrativa de “libertad vs. kirchnerismo”, impulsada por campañas polarizadas y apoyo internacional de figuras como Donald Trump, quien condicionó un rescate de US$20.000 millones a este resultado.
En redes como X, el entusiasmo oficialista es evidente, con usuarios celebrando el “triunfo espectacular” y mapas que destacan el dominio provincial.
Sin embargo, la baja participación (66%) indica fatiga social por la “motosierra” económica (recortes y ajuste fiscal), que ha generado desempleo y protestas. Analistas destacan que, pese al avance, LLA no supera el tercio en el Congreso, limitando reformas radicales sin negociaciones
Para el Gobierno de Milei, significa mayor oxígeno para cambios en el Gabinete y avance en agenda legislativa (reformas laborales, fiscales y previsionales).
Evita riesgos de juicio político y facilita vetos a leyes opositoras. A nivel internacional, asegura apoyo de EE.UU. y reduce tensiones con el FMI. Milei convocó a gobernadores no peronistas para un “Congreso más reformista”.
Para la Oposición, El peronismo, especialmente Fuerza Patria, sale debilitado, con fragmentación interna y pérdida de influencia en Buenos Aires (su bastión).
Líderes como Cristina Kirchner enfrentan un “revés histórico”, lo que podría forzar una renovación o alianzas tácticas con PJ para bloquear reformas. En X, críticos opositores hablan de “lucha desigual” por injerencias externas.
El resultado podría estabilizar el dólar y atraer inversiones, pero la polarización y descontento (evidenciado en la abstención) amenazan con protestas si los recortes profundizan la recesión. Expertos prevén un Congreso dividido, con debates intensos sobre soberanía y gasto público.
Estas elecciones marcan un punto de inflexión para el mileísmo: un triunfo que legitima su modelo ultraliberal pese a la crisis, pero que no resuelve la fragmentación congresal ni el malestar social.
El peronismo debe rearmarse para evitar irrelevancia, mientras Milei gana tiempo para su “reconstrucción” económica, dependiente de alianzas internas y externas.
La polarización se acentúa, con un electorado dividido entre cambio radical y resistencia al ajuste. A futuro, el nuevo Congreso (asumiendo el 10 de diciembre) definirá si Argentina avanza hacia una estabilización o profundiza sus divisiones, en un 2026 pre-presidencial cargado de tensiones.
En resumen, Milei sale fortalecido, pero la gobernabilidad dependerá de su capacidad para negociar en un escenario volátil.

