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El 2 de octubre de 2025, los Yankees de Nueva York se aseguraron una victoria de 4-0 sobre los Medias Rojas de Boston en el tercer juego de la Serie de Comodines de la Liga Americana en el Yankee Stadium, avanzando así a la Serie Divisional de la Liga Americana (SDLA).
El lanzador novato Cam Schlittler tuvo un debut magistral en postemporada, lanzando ocho entradas en blanco con 12 ponches, sin bases por bolas y cinco hits permitidos, mientras rozaba las 100 mph o más en 11 lanzamientos, estableciendo un récord de velocidad para la franquicia de los Yankees en una sola entrada desde que se comenzó a registrar el lanzamiento en 2008.
La ofensiva de los Yankees irrumpió con cuatro carreras en la cuarta entrada, aprovechando los errores defensivos de Boston (los Medias Rojas lideraron la MLB con 116 errores en la temporada regular), destacados por un doblete impulsivo de Cody Bellinger, sencillos de Amed Rosario y Anthony Volpe, y una carrera impulsada con roletazo de Austin Wells.
Esta victoria no solo rompió una racha de 0-8 en postemporada contra Boston desde 2004, sino que también marcó la primera vez desde la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 2003 que los Yankees terminaron la temporada de los Medias Rojas en los playoffs, dándole a Nueva York una estrecha ventaja de 14-13 en su legendaria historia de postemporada.
El juego coincidió con el 47.º aniversario del legendario jonrón de Bucky Dent en los playoffs en Fenway Park, lo que añadió una simetría poética a la tradición de la rivalidad.
Este triunfo marcó un nuevo hito en la disputa entre los Yankees y los Medias Rojas —su sexto enfrentamiento de postemporada (después de la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 1999, 2003 y 2004; la Serie Divisional de la Liga Americana de 2018; y la Serie de Comodines de 2021)— al ser el primer enfrentamiento de la Serie de Comodines entre ambos, lo que subrayó los problemas defensivos de Boston y la resiliencia de Nueva York tras perder el Juego 1.
La victoria resonó en todo el béisbol, encendiendo el Yankee Stadium y el Bronx con energía eléctrica, mientras los aficionados estallaban en cánticos de “¡Vamos Yankees!”, una escena que se repitió a nivel nacional entre los 27 campeones de la franquicia.
Para el equipo, representó un cambio crucial en el impulso: tras perder ocho de sus últimos nueve partidos de playoffs contra Boston, esta victoria en la serie (la segunda consecutiva después del primer partido) convirtió a los Yankees en el tercer equipo en la historia en remontar una desventaja en la Serie de Comodines, uniéndose a los Atléticos y los Padres de 2020.
La joya de Schlittler lo elevó instantáneamente a la categoría de ícono de la rivalidad, con sus 12 ponches en un debut, igualando la mayor cantidad de cualquier lanzador de los Yankees en la historia de la postemporada y eclipsando a Connelly Early de Boston.
Sus compañeros y el mánager Aaron Boone elogiaron su aplomo, destacando cómo su velocidad de 160 km/h y sus precisos lanzamientos secundarios neutralizaron la alineación de Boston, mientras que la oportunista remontada de la ofensiva en la cuarta entrada expuso los errores de los Medias Rojas durante toda la temporada.
En general, la victoria profundizó la animosidad entre los Yankees y los Medias Rojas, con las redes sociales en ebullición: publicaciones de los aficionados que se burlaban de “Hey Boston 👋 🖕” y celebraban la narrativa de “malditos Yankees”.
También impulsó la fiebre de los playoffs en la ciudad de Nueva York, estableciendo paralelismos con momentos icónicos de octubre y posicionando a los Yankees como favoritos de la Liga Americana en medio de una resurgida campaña para 2025 (récord de 94-68, empatado con el mejor de la Liga Americana).
Para Boston, la derrota amplificó las frustraciones, poniendo fin a una temporada marcada por fallos defensivos y marcando su cuarta eliminación temprana consecutiva.
La victoria resonó en todo el béisbol, encendiendo el Yankee Stadium y el Bronx con energía eléctrica, mientras los aficionados se estallaban en cánticos de “¡Vamos Yankees!”, una escena que se repitió a nivel nacional entre los 27 campeones de la franquicia.
Para el equipo, representó un cambio crucial en el impulso: tras perder ocho de sus últimos nueve partidos de playoffs contra Boston, esta victoria en la serie (la segunda consecutiva después del primer partido) se convirtió a los Yankees en el tercer equipo en la historia en remontar una desventaja en la Serie de Comodines, uniéndose a los Atléticos y los Padres de 2020.
La joya de Schlittler lo elevó instantáneamente a la categoría de ícono de la rivalidad, con sus 12 ponches en un debut, igualando la mayor cantidad de cualquier lanzador de los Yankees en la historia de la postemporada y eclipsando a Connelly Early de Boston.
Sus compañeros y el mánager Aaron Boone elogiaron su aplomo, destacando cómo su velocidad de 160 km/h y sus precisos lanzamientos secundarios neutralizaron la alineación de Boston, mientras que la oportunista remontada de la ofensiva en la cuarta entrada expuso los errores de los Medias Rojas durante toda la temporada.
En general, la victoria profundizó la animosidad entre los Yankees y los Medias Rojas, con las redes sociales en ebullición: publicaciones de los aficionados que se burlaban de “Hey Boston 👋 🖕” y celebraban la narrativa de “malditos Yankees”.
También impulsó la fiebre de los playoffs en la ciudad de Nueva York, estableciendo paralelismos con momentos icónicos de octubre y posicionando a los Yankees como favoritos de la Liga Americana en medio de una resurgida campaña para 2025 (récord de 94-68, empatado con el mejor de la Liga Americana).
Para Boston, la derrota amplificó las frustraciones, poniendo fin a una temporada marcada por fallos defensivos y marcando su cuarta eliminación temprana consecutiva.
Este triunfo del Comodín consolida a los Yankees de 2025 como legítimos aspirantes a la Serie Mundial, combinando la garra de veteranos (como Stanton y Volpe) con estrellas emergentes como Schlittler, quien a sus 24 años ya ha protagonizado un momento clave en una de las rivalidades más feroces del béisbol.
Al darle un giro a Boston, terminando su temporada por primera vez en 22 años, los Yankees han recuperado el control de la narrativa en la División Este de la Liga Americana, llegando a la Serie Divisional de la Liga Americana con una confianza creciente y un récord de 2-1 en la serie contra el ataque equilibrado de Toronto.
Las reacciones de los aficionados subrayan el entusiasmo: “¡¡¡¡TEMPORADA DE LA DSLA, BEBÉ!” y “¡¡¡TORONTO, ERES EL SIGUIENTE!!!!!!!!!!!!!!!!!” capturan el optimismo desenfrenado que recorre la Nación de la Raya.
En definitiva, este histórico paso adelante posiciona a Nueva York no solo para defender su banderín de 2024, sino también para perseguir su anillo número 28.
El surgimiento de Schlittler como un potencial as en octubre presagia mejores días en una carrera por los playoffs que parece destinada a aguas más profundas. Todo está listo para un partido imperdible contra los Jays, donde se forjarán nuevas leyendas.

