El 28 de septiembre de 2025 (un domingo), la presentadora de televisión y actriz dominicana Mabel Henríquez anunció públicamente a través de Instagram Stories que ella y su esposo, DJ Joan (nombre real Joan Fajardo), están en proceso de divorcio después de casi dos años de matrimonio.
La pareja se casó en noviembre de 2023 en una ceremonia de alto perfil. La declaración de Henríquez fue concisa: “Por esta vía compartí mi matrimonio con todos, por esta misma vía comparto que estoy en proceso de divorcio. Sin nada que agregar ni responderle a nadie más de lo indicado arriba. Gracias. @djjoan y yo no queremos tratar el tema con nadie, solo incompatibilidad”. Esto refleja la plataforma donde compartió las noticias de su boda, enfatizando la transparencia y estableciendo límites firmes.
El anuncio generó sorpresa y revuelo inmediato dentro de los círculos del entretenimiento dominicano, dado el matrimonio relativamente corto pero visible de la pareja.
Como figura prominente en los medios (conocida por presentar programas y actuar), la revelación de Henríquez rápidamente se convirtió en tendencia en las plataformas locales, con cobertura de importantes medios como Listín Diario, El Día y El Nacional dominando las secciones de farándula (chismes).
Las reacciones en redes sociales, principalmente de las cuentas de medios en X (anteriormente Twitter), se centraron en transmitir la noticia en lugar de un análisis profundo, lo que refleja lo reciente de la historia. las publicaciones alcanzaron su punto máximo el 29 de septiembre, con publicaciones compartidas por medios como @ElNacionalRD, @ElDia_do y @arteymediord.
Aún no se han generado reacciones negativas generalizadas ni campañas de apoyo, pero la brevedad de su publicación avivó la especulación entre los fans, quienes expresaron su sorpresa en comentarios en reels de Instagram e hilos de X (por ejemplo, “¡Qué sorpresa!” o “No lo puedo creer”).
Para DJ Joan, una figura reconocida en la escena musical dominicana, la noticia podría afectar sutilmente la contratación de eventos o colaboraciones, aunque no se han reportado consecuencias profesionales.
La principal consecuencia es el inicio de un proceso legal de divorcio en la República Dominicana, donde la incompatibilidad (como se menciona) es una causal válida sin culpa según el derecho de familia, lo que agiliza el proceso sin necesidad de probar mala conducta.
No se han revelado detalles sobre la división de bienes, la pensión alimenticia ni los bienes comunes, lo que sugiere una posible separación amistosa dado el compromiso de silencio mutuo de la pareja.
Personalmente, Henríquez y DJ Joan corren el riesgo de sufrir tensión emocional por la exposición pública, pero su precavido establecimiento de límites minimiza los seguimientos invasivos.
Profesionalmente, la carrera mediática de Henríquez no parece verse afectada de inmediato (continúa activa en redes sociales), mientras que las actuaciones de DJ Joan como DJ (por ejemplo, en eventos en clubes) podrían experimentar un impulso, entre neutro y positivo, impulsado por la curiosidad a corto plazo. Las repercusiones más amplias, como las que afectan a amigos o familiares en común, siguen sin reportarse.
Henríquez planteó el divorcio como un punto final maduro, impulsado por la incompatibilidad, y subrayó el respeto a la privacidad: la “incompatibilidad en solitario” como única explicación, sin insinuar planes de reconciliación ni narrativas públicas de reconciliación.
Esto coincide con una tendencia en los divorcios de famosos que prioriza la dignidad sobre el drama, lo que podría ser un ejemplo positivo para los fans que atraviesan problemas similares.
Al 30 de septiembre de 2025, la historia no muestra ninguna escalada, con ambas partes centradas en la conclusión en lugar del conflicto. Es posible que surjan futuras actualizaciones mediante documentos judiciales, pero su declaración indica un fin definitivo

