Cómo el tranquilo fin de semana festivo de Trump alimentó un engaño viral sobre una muerte
Las especulaciones sobre que el presidente Trump estaba enfermo o muerto adquirieron vida propia durante el fin de semana del Día del Trabajo, llenando los canales liberales con comentarios conspirativos que se extendieron mucho más allá de los márgenes.
El martes, Trump se puso frente a las cámaras y aplastó el frenesí en línea .
Los rumores infundados sobre la salud del presidente de 79 años hicieron metástasis a gran velocidad, generando millones de memes, TikToks, búsquedas en Google y “pistas” sobre un supuesto encubrimiento de la Casa Blanca.
Llegaron hasta la Oficina Oval, donde un descarado periodista de Fox News le preguntó a Trump : “¿Cómo se enteró el fin de semana de que estaba muerto?”.
Trump, con una sonrisa burlona, dijo que no había escuchado los rumores sobre su fallecimiento, pero que estuvo “muy activo” durante el fin de semana largo dando entrevistas, jugando golf y publicando mensajes “conmovedores” en Truth Social.
Trump es el presidente de mayor edad que haya asumido el cargo, superando por poco a su predecesor, el presidente Biden , cuyos problemas con el envejecimiento lo obligaron a abandonar su campaña de reelección.
Los errores de los medios de comunicación al cubrir el declive de Biden —que quedaron al descubierto tras el desastroso debate del candidato demócrata contra Trump en junio de 2024— siguen grabados en la conciencia pública.
Algunos expertos liberales ven un doble rasero en el modo en que la prensa trata la aptitud física de Trump, y señalan sus discursos divagando , sus arrebatos en línea y sus anécdotas ficticias como evidencia de un declive similar.
Hasta el martes, Trump había pasado seis días seguidos sin una aparición pública importante, su pausa más larga desde que asumió el cargo.
Junto con las imágenes de los tobillos hinchados de Trump y una mano magullada, que todavía parecía descolorida en el evento del martes, la calma del Día del Trabajo rápidamente se convirtió en terreno fértil para las teorías de conspiración.
La afirmación de Trump el lunes en Truth Social de que “NUNCA ME SENTÍ MEJOR EN MI VIDA” —además de una fugaz aparición pública camino al golf— hizo poco para calmar las especulaciones.
La Casa Blanca dijo en julio que a Trump le habían diagnosticado insuficiencia venosa crónica y que sus moretones eran el resultado de “frecuentes apretones de manos y el uso de aspirina”.
Los críticos han cuestionado la optimista evaluación del médico de la Casa Blanca de que Trump goza de “excelente salud”, pero hay poca evidencia contundente de lo contrario.
Por mucho que Trump afirme despreciar a la prensa, ha respondido miles de preguntas de los periodistas y ha impulsado innumerables ciclos noticiosos caóticos con sus apariciones maratónicas.
Trump, sin embargo, tiene antecedentes de ofuscación cuando se trata de su historial médico.
Estuvo mucho más enfermo durante su hospitalización por COVID en octubre de 2020 de lo que se reconoció públicamente, y algunos asistentes temían que necesitara ser conectado a un respirador, según el New York Times .
Su excéntrico ex médico, Harold Bornstein, dijo a CNN que Trump dictó la infame carta de 2015 en la que afirmaba que Trump sería “el individuo más saludable jamás elegido para la presidencia”.
Trump también se ha burlado de los problemas de salud de Biden, amplificando teorías conspirativas infundadas sobre los “dobles de cuerpo” de Biden y acusando al expresidente de ocultar su diagnóstico de cáncer.
Eso no impidió que Trump arremetiera el martes contra los rumores “locos” sobre su muerte o enfermedad grave, que, según él, fueron promovidos por los medios de “noticias falsas”.
“La semana pasada di numerosas conferencias de prensa… y luego no di ninguna durante dos días, y dijeron: ‘Debe haber algo mal con él’. Biden no las daría durante meses”, dijo Trump a los periodistas.
En una gerontocracia política donde prospera la desinformación y se utiliza la debilidad como arma, los temores por la salud (reales o imaginarios) son parte del asunto.
