Scottie Scheffler y Travis Kelce hacen cameos notables en Happy Gilmore 2, agregando poder estelar y autenticidad a la secuela de comedia deportiva que llegó a Netflix el 25 de julio de 2025.
Su participación aprovecha su respectiva fama en el golf y el fútbol, realzando el atractivo de la película con una mezcla de deportes, cultura pop y humor.
Scheffler, el golfista número 1 del mundo reinante y recién salido de su victoria en el Campeonato Abierto de 2025, aparece como él mismo, desempeñando un papel secundario significativo en lugar de un breve cameo.
Tiene un papel destacado en la segunda mitad de la película, jugando al golf junto a Happy Gilmore (Adam Sandler) en el Campeonato del Tour del Banco de EE. UU., aportando una sensación de realismo a las escenas de golf.
Su personaje se presenta como compañero y aliado de Happy, incluso buscando consejos del impulsivo protagonista sobre cómo manejar las escaramuzas en el campo, lo que añade un toque de humor dado el comportamiento tranquilo de Scheffler en la vida real.
El swing característico de Scheffler y su carisma natural aportan autenticidad a la narrativa, centrada en el golf, haciendo que las escenas competitivas se sientan como un verdadero evento del PGA Tour. Su presencia junto a otras estrellas del golf como Rory McIlroy, Bryson DeChambeau y Justin Thomas eleva la credibilidad deportiva de la película, atrayendo a los aficionados al golf.
El director Kyle Newacheck destacó el entusiasmo de golfistas profesionales como Scheffler, quienes “aprovecharon la oportunidad” de unirse, lo que refleja el atractivo de la película para los atletas.
Los aficionados y la crítica destacan la actuación de Scheffler como sobresaliente, con publicaciones en X que elogian su contribución cómica como “divertidísima”.
Sus escenas, incluyendo una entrevista humorística con un presentador inepto (Kevin Nealon), aportan ligereza y encanto, lo que lo convierte en el complemento perfecto para la mezcla de deporte y comedia de la película.
El papel de Scheffler conecta la élite moderna del golf con la nostálgica absurdidad de Happy Gilmore. Su participación subraya la capacidad de la película para atraer a atletas de élite, realzando su autenticidad y su interés por los fans. Su dominio real en el golf refleja la competitividad de la película, convirtiendo sus escenas en un deleite surrealista para los fans, como señalan fuentes como EkSukoon
Kelce, tres veces campeón del Super Bowl de los Kansas City Chiefs y figura de la cultura pop gracias a su sonada relación con Taylor Swift, interpreta cómicamente a un camarero agresivo y obsesionado con los deportes en la Cena de Campeones del Tour.
Su personaje es un rival antagónico de Oscar, el ayudante de camarero convertido en caddie interpretado por Bad Bunny, lo que culmina en una memorable secuencia de fantasía donde el personaje de Kelce es atado a un poste, bañado en miel y atacado cómicamente por un oso, quien dice: “¿Se trata del trabajo?”.
El cameo de Kelce es breve pero impactante, aprovechando al máximo su carisma y su ritmo cómico. Adam Sandler elogió la actuación de Kelce, calificándolo de “ridículo” y “divertido”, comparando su estilo con el de los amigos del instituto, lo cual encaja con el tono nostálgico de la película.
Sus escenas, incluyendo la de servir a golfistas con chaquetas doradas, le dan un toque de cultura pop y momentos dignos de memes, con la escena del oso bañado en miel ya siendo tendencia en redes sociales.
La aparición de Kelce ha generado mucha expectación, en parte debido al entusiasmo que expresó por el proyecto en su podcast New Heights, donde dijo que haría “lo que fuera” por aparecer en una película de Sandler.
Los fans de X y medios como Variety destacan su cameo como un momento destacado, con su energía desenfrenada y desbordante, propia del mundo de Happy Gilmore. Publicaciones en X señalan que, si bien el humor de la película decae, las escenas de Kelce siguen siendo un punto culminante.
El cameo de Kelce es una fusión perfecta de deportes y cultura pop, aprovechando su personalidad descomunal para provocar risas. Su papel, aunque pequeño, amplifica el atractivo estelar de la película y conecta con un público amplio, desde los aficionados a la NFL hasta los Swifties. También es un reflejo del auge de su carrera actoral, tras sus papeles en Grotesquerie y Loose Cannons.
Poder estelar y nostalgia: Tanto Scheffler como Kelce contribuyen a la estrategia de Happy Gilmore 2 de combinar la nostalgia con cameos de famosos contemporáneos, junto a otros atletas como John Daly, Rory McIlroy y Nelly Korda, y estrellas como Bad Bunny y Post Malone. Su participación amplifica el atractivo de la película como “clasificador de grandes campeonatos” de talento, como señaló ESPN, atrayendo tanto a los fans originales como a las nuevas audiencias.
La destreza golfística de Scheffler y el carisma cómico de Kelce añaden autenticidad a sus respectivas escenas, fundamentando el absurdo de la película en la credibilidad del deporte real. Esto coincide con el comentario del director Newacheck de que los atletas “querían venir a jugar”, lo que realza la energía de la película.
Los cameos reflejan la capacidad de la película para conectar deporte y entretenimiento, con el estatus de Kelce en la cultura pop y el dominio de Scheffler en el golf creando un atractivo multidisciplinar. El revuelo en redes sociales, como la popular escena del oso de Kelce, subraya el impacto de la película, impulsado por los memes.
Si bien la película transmite nostalgia y protagonismo, las críticas señalan que se basa en gran medida en cameos, y algunos consideran que se convierte en un simple relleno. Sin embargo, las actuaciones de Scheffler y Kelce son constantemente elogiadas como destacadas, lo que sugiere que sus contribuciones sobresalen incluso en medio de una recepción crítica mixta.
Para Scheffler, el papel demuestra su versatilidad más allá del golf, lo que podría abrirle puertas a futuras aventuras mediáticas, como lo demuestran las conversaciones de Rory McIlroy sobre un futuro actoral. Para Kelce, consolida su transición a la actuación, consolidando su creciente presencia en Hollywood.
Los cameos de Scheffler y Kelce en Happy Gilmore 2 aportan un valor significativo gracias a su autenticidad, humor y protagonismo, convirtiéndolos en atractivos clave de una película llena de nostalgia y fama. Sus papeles, aunque distintos, en conjunto realzan el atractivo de la secuela como una carta de amor tanto para los aficionados al golf como para los entusiastas de la cultura pop.

