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El regreso triunfal de Venus Williams al tenis profesional a los 45 años durante el Mubadala Citi DC Open 2025, tras un paréntesis de 16 meses, marca un momento significativo en el deporte, demostrando resiliencia, determinación y el poder perdurable de la pasión.
Sus victorias, tanto en dobles como en individuales, en el evento tienen profundas implicaciones y lecciones para los atletas, los aficionados y la comunidad deportiva en general.
Redefiniendo la edad en el deporte profesional: A los 45 años, Venus se convirtió en la segunda mujer de mayor edad en ganar un partido individual del circuito en la historia del tenis profesional, derrotando a Peyton Stearns, de 23 años, por 6-3 y 6-4 en la primera ronda del DC Open.
Solo Martina Navratilova, quien ganó un partido individual en Wimbledon en 2004 a los 47 años, la supera en este aspecto. Su éxito desafía las ideas convencionales sobre la longevidad atlética, especialmente en un deporte tan exigente como el tenis.
La capacidad de Venus para competir contra jugadoras de la mitad de su edad, incluyendo a Stearns, campeona individual de la NCAA en 2022, demuestra que la habilidad, la experiencia y la fortaleza mental pueden superar las limitaciones propias de la edad.
El regreso de Venus no fue solo un logro deportivo, sino un testimonio de la superación de importantes desafíos de salud. Se sometió a una cirugía en julio de 2024 para extirparle fibromas uterinos, una afección que le causaba dolor crónico, fatiga y desequilibrios hormonales. Además, desde 2011 ha controlado el síndrome de Sjögren, un trastorno autoinmune, que ha interrumpido periódicamente su carrera.
Su capacidad para volver a la competición tras tales reveses destaca la importancia de la perseverancia y de priorizar la salud. La propia Venus señaló: «Puedes jugar todos los partidos del mundo, pero si tu salud se deteriora, todo lo demás queda en segundo plano».
Venus, junto con su hermana Serena, revolucionó el tenis femenino al inaugurar una nueva era de potencia y atletismo. Su regreso refuerza su legado como pionera que sigue inspirando a las generaciones más jóvenes, en particular a jugadoras negras como Hailey Baptiste, Clervie Ngounoue y Taylor Townsend, quienes reconocen la influencia de las hermanas Williams.
Su presencia en el Abierto de DC, un torneo con un significado personal debido a su historia con los Washington Kastles y el área de Washington D. C., subraya su conexión duradera con el deporte y sus aficionados. El estadio lleno y la presencia de seguidores de alto perfil como la estrella de la NBA Kevin Durant amplificaron el impacto cultural de su regreso.
Más allá de la cancha, Venus ha sido una firme defensora de la igualdad en premios, la concienciación sobre la salud mental y la equidad en salud. Su regreso a los 45 años sirve como una poderosa narrativa para estas causas, en particular la equidad en salud, ya que habló abiertamente de sus problemas con los fibromas y el síndrome de Sjögren, afecciones que afectan desproporcionadamente a las mujeres y que requieren mayor concienciación.
Su regreso también generó conversaciones sobre la posibilidad de que Serena Williams se uniera a ella en la gira, lo que amplió aún más la influencia de las hermanas en el escenario mundial del tenis. Los comentarios desenfadados de Venus sobre que Serena “obstaculizaba” su colaboración con Baptiste abrieron la puerta a la especulación sobre una futura reunión de las hermanas Williams.
El rendimiento de Venus demostró que sigue siendo una competidora formidable. En dobles, ella y Hailey Baptiste derrotaron a Eugenie Bouchard y Clervie Ngounoue por 6-3 y 6-1, alcanzando los cuartos de final. En individuales, su victoria sobre Stearns incluyó nueve aces y un saque de 112 mph, demostrando que su característico juego de potencia sigue siendo efectivo.
A pesar de los momentos de oxidación, como perder su saque en cero en el juego de apertura, la capacidad de Venus para recuperarse de un déficit de 3-1 en el segundo set y cerrar el partido en su sexto punto de partido demostró su espíritu competitivo y su perspicacia táctica.
Venus enfatizó su “amor por el juego” como la principal motivación para su regreso, afirmando: “Mi objetivo personal es divertirme y disfrutar el momento, no presionarme demasiado”. Esta mentalidad resalta la importancia de la motivación intrínseca para mantener una carrera larga, ofreciendo una lección a los atletas de todos los niveles para priorizar la pasión por encima de las presiones externas.
La recuperación de Venus de la cirugía y su manejo continuo del síndrome de Sjögren subrayan el papel crucial de la salud en el rendimiento deportivo. Su comentario: “Simplemente rezo constantemente por tener buena salud, para poder jugar con buena salud”, sirve como recordatorio de que el bienestar físico y mental son requisitos previos para cualquier regreso.
Su exitosa pareja de dobles con Hailey Baptiste, una estrella emergente de 23 años, demostró la capacidad de Venus para adaptarse a nuevas dinámicas. Reconoció el reto de regresar a través de dobles, un formato menos conocido para ella en los últimos años, y atribuyó su impulso a la regularidad de Baptiste. Esto resalta el valor de la colaboración y el aprendizaje de atletas más jóvenes.
La carrera de Venus ha estado marcada por altibajos (siete títulos individuales de Grand Slam, 14 títulos de dobles con Serena y cuatro medallas de oro olímpicas) y altibajos (problemas de salud y lesiones). Su regreso en 2025, tras ser catalogada como “inactiva” por la WTA, ejemplifica la resiliencia y la negativa a rendirse, incluso cuando otros dudan de ella.
El regreso de Venus es un modelo para las jóvenes jugadoras, especialmente para aquellas inspiradas por su legado y el de Serena. Su influencia es evidente en jugadoras como Baptiste, quien destacó el ambiente vibrante y el apoyo de la afición y figuras como Kevin Durant. La capacidad de Venus para conectar e inspirar a las atletas más jóvenes refuerza su papel como mentora e icono.
A diferencia de Serena, quien se alejó del tenis en 2022, Venus nunca se ha retirado oficialmente, lo que mantiene abiertas sus opciones. Su regreso tras un año de ausencia y sus comentarios crípticos sobre “quizás haya más” sugieren que los atletas pueden desafiar las expectativas y seguir compitiendo en sus propios términos.
El regreso victorioso de Venus Williams en el Abierto de Washington DC de 2025 a los 45 años es una poderosa historia de resiliencia, recuperación y pasión inquebrantable por el tenis. Sus victorias en dobles con Hailey Baptiste y en individuales contra Peyton Stearns no solo marcan hitos personales, sino que también redefinen lo que es posible en el deporte profesional.
El impacto de su regreso se extiende más allá de la cancha, inspirando a los atletas a priorizar la salud, abrazar la adaptabilidad y perseguir su pasión sin importar la edad o los contratiempos. Su legado como pionera, defensora y competidora sigue resonando, con aficionados y jugadores esperando con entusiasmo lo que viene, incluso un posible reencuentro con Serena.

