
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva que exige bloquear todos los fondos federales al Servicio Público de Radiodifusión (PBS) y a la Radio Pública Nacional (NPR).

El jueves por la noche, Trump afirmó que ambas organizaciones habían realizado una “cobertura informativa sesgada y partidista”.
La orden instruye a la junta directiva de la Corporación de Radiodifusión Pública, que distribuye fondos a las estaciones de PBS y NPR, a “cesar la financiación directa” en la “máxima medida permitida por la ley”.
Añade que la junta debería “negarse a proporcionar financiación futura” a las organizaciones de noticias. La BBC se ha puesto en contacto con NPR y PBS para solicitar comentarios.
“No importa qué puntos de vista promuevan NPR y PBS”, dice la orden.
“Lo que importa es que ninguna de las dos entidades presenta una descripción justa, precisa o imparcial de los acontecimientos actuales a los ciudadanos contribuyentes”.
La Casa Blanca ha dicho que la financiación de los medios de comunicación “no sólo es obsoleta e innecesaria, sino corrosiva para la apariencia de independencia periodística” y que el panorama de los medios se ha vuelto más “diverso”.
Sin embargo, el presupuesto del CPB ya fue aprobado por el Congreso hasta el año 2027.
‘Impacto devastador’
Más de 40 millones de estadounidenses escuchan la radio pública NPR cada semana, y 36 millones ven una estación de televisión local de la cadena PBS cada mes, según sus estimaciones.
La directora de NPR, Katherine Maher, estimó en marzo que la estación de radio recibiría alrededor de 120 millones de dólares (90 millones de libras) del CPB en 2025, “menos del 5% de su presupuesto”.
Ambas organizaciones han dicho anteriormente que el esfuerzo de Trump por recortar la financiación podría tener un “impacto devastador” en quienes dependen de ellas para obtener noticias creíbles, incluso durante situaciones de emergencia.
El grupo de defensa de los derechos de los medios RSF advirtió el viernes sobre “un deterioro alarmante de la libertad de prensa” en Estados Unidos bajo el gobierno de Trump y dificultades “sin precedentes” para los periodistas independientes en todo el mundo.

