
No es frecuente que el Manchester United tenga actuaciones cómodas en la primera mitad en Europa.
Esta fue la primera vez que marcaron tres goles en la primera parte de un gran partido europeo desde noviembre de 2020 contra el Estambul Basaksehir, y también la primera vez fuera de casa desde septiembre de 2017 contra el CSKA de Moscú. Ambos goles fueron en la Champions League.
Para el Bilbao ir a Old Trafford la semana que viene y marcar al menos cuatro goles parece una tarea difícil y en su lugar parece muy probable una final de la Europa League inglesa entre el United y el Tottenham, después de que los Spurs vencieran al Bodo/Glimt por 3-1 en la ida de las semifinales.
Otra actuación como ésta en el partido de vuelta seguramente será suficiente para asegurar el regreso del United a San Mamés en tres semanas.
“Queremos que nuestros aficionados viajen dos veces a Bilbao”, dijo Fernandes a TNT Sports.
El resultado fue increíble para nosotros. Deberíamos presionar un poco más en la segunda mitad, pero controlamos el partido y eso es bueno.
Sin embargo, Amorim no mira más allá del próximo partido.
“Claro que tenemos ventaja”, dijo. “Tenemos a nuestra afición, pero esto podría cambiar”.
“En un partido cualquier cosa puede pasar”.

