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El choque de la Premier League entre el Arsenal y el Wolverhampton Wanderers, celebrado el 13 de diciembre de 2025 en el Emirates Stadium, terminó con una dramática victoria por 2-1 para los locales. El Arsenal, líder de la liga, tuvo dificultades para encontrar la fluidez en el partido, pero aprovechó el caos en las jugadas a balón parado para asegurar los puntos.

La primera parte fue notablemente floja, con el Arsenal sin registrar ni un solo disparo a puerta, su primera vez en casa esta temporada. Los Wolves, líderes de la tabla con solo dos puntos en 15 partidos, mostraron resiliencia, pero se vieron desbaratados por errores defensivos.
Minuto 69: Un córner cerrado de Bukayo Saka desde la derecha eludió a todos, dio en el poste antes de rebotar en el portero Sam Johnstone y anotar en propia puerta, dando al Arsenal una ventaja de 1-0. Minuto 89: El suplente Tolu Arokodare se elevó más alto para cabecear un centro de su compañero Mateus Mané, igualando el marcador 1-1 tras un desmarque de Piero Hincapié del Arsenal.
Minuto 94: Otro pase de Saka desde la derecha vio a Gabriel Jesus desafiar dentro del área, y el balón se desvió en la cabeza de Yerson Mosquera hacia su propia portería para el gol de la victoria.
Las actuaciones más destacadas incluyeron los pases decisivos de Saka (ambos goles fueron tras su saque desde la banda derecha), las precisas remates de Declan Rice (un tiro libre casi fallado y un disparo con efecto atajado) y la temprana negación de David Raya a la vertiginosa carrera de Hwang Hee-chan. Para los Wolves, Arokodare y Mané despertaron la esperanza en los últimos minutos, mientras que el disparo en solitario de Hwang en la primera parte insinuó su peligro.
Sin embargo, el error de Johnstone en el primer gol le salió caro, y Ben White, del Arsenal, tuvo que abandonar el campo cojeando al principio del partido por una lesión en el isquiotibial, siendo sustituido por Myles Lewis-Skelly.
Mikel Arteta elogió los “tres puntos clave”, pero criticó duramente los “horribles hábitos defensivos” de su equipo y su pasividad en los últimos minutos. Por su parte, el entrenador de los Wolves, Rob Edwards, destacó la garra de su equipo contra los menos favorecidos por 28-1, pero lamentó los “desafortunados” goles en propia puerta, su cuarto de la temporada.
Este resultado fue un microcosmos de la garra del Arsenal en su búsqueda del título: ineficaz en el juego abierto (dependiendo solo de dos autogoles para su cuenta), pero inquebrantable cuando importaba.
Estadísticamente, marcó solo la séptima ocasión en la historia de la Premier League en la que un equipo ganó con ambos goles en propia puerta, lo que subraya lo absurdo del partido. La destreza del Arsenal a balón parado (dos de córners) reforzó su solidez defensiva, sin encajar goles en jugada.
Para los Wolves, el empate en los últimos minutos expuso la vulnerabilidad del Arsenal a las contras, cambiando brevemente el ritmo de un partido que dominaron territorialmente en la recta final.
Notas tácticas generales: La triple sustitución de Arteta alrededor del minuto 70 (Mikel Merino, Martin Ødegaard, Leandro Trossard) inyectó urgencia, pero la profunda presión de su equipo. El compacto 5-3-2 de los Wolves frustró los predecibles ataques por la banda izquierda del Arsenal con Gabriel Martinelli, con Emmanuel Agbadou brillando en los duelos contra Viktor Gyökeres.
Arsenal: La victoria los catapulta con cinco puntos de ventaja en la cima, tras haber jugado un partido más que sus rivales, el Manchester City (tras el tropiezo previo del City).
Esta ventaja es crucial de cara a un calendario festivo repleto, reforzando su mentalidad de “ganar mal” como sello distintivo de los campeones. Sin embargo, enmascara problemas subyacentes: el letargo de la primera parte, la preocupación por las lesiones de White y la dependencia de la fortuna en lugar del dominio.
La petición de Arteta tras el partido de ajustes defensivos podría resultar crucial si rivales como el City aprovechan cualquier desliz.
Wolves: Tras el peor inicio de la historia del fútbol inglés (dos puntos en 15 partidos), esta derrota los deja anclados en el último puesto, posiblemente a 16 puntos del 17.º puesto para la jornada completa del domingo.
Su cuenta de goles encajados aumenta, con cuatro autogoles esta temporada que ponen de manifiesto errores individuales en medio de la lucha colectiva, mucho mejor que su reciente goleada por 4-1 ante el Manchester United.
En el aspecto positivo, la actuación infunde moral ante la posibilidad de descender, pero sin puntos, la presión sobre Edwards se intensifica, especialmente con fantasmas históricos como dos partidos previos con múltiples autogoles contra el Arsenal.
En toda la liga, alivia el calor de diciembre del Arsenal, a la vez que profundiza la brecha de los Wolves, lo que podría acelerar una lucha por la supervivencia si los equipos de la zona media de la tabla se alejan.
El triunfo del Arsenal, aunque fortuito y con sus defectos, encarna la tenacidad necesaria para ganar un título: la persistencia de Saka convirtió las migajas en oro, demostrando que en la lucha por el título, la resiliencia supera al refinamiento.
Sin embargo, Arteta debe abordar la fragilidad de la segunda mitad para evitar el autosabotaje ante pruebas más duras. Para los Wolves, la decepción agrava la miseria, pero su tenacidad contra los líderes insinúa un espíritu desperdiciado, suficiente para impulsar una recuperación si los errores remiten.
En definitiva, este thriller encapsuló el caos de la Premier League: suerte, drama y tenacidad para decidir un encuentro que se desvió drásticamente en el tiempo añadido, dejando al Arsenal en la cima y a los Wolves luchando.

