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El cuento “Dos pesos de agua” de Juan Bosch, publicado originalmente en 1937, es una obra emblemática del realismo social en la literatura dominicana y latinoamericana.

Su impacto radica en la denuncia de la pobreza rural, la vulnerabilidad ante desastres naturales y la ironía de la fe supersticiosa en contextos de miseria.
Literariamente, Bosch utiliza un estilo conciso y descriptivo para retratar la vida campesina, influyendo en generaciones de escritores que abordan temas de desigualdad y fatalismo.
En la sociedad, el relato resalta cómo sequías y inundaciones afectan desproporcionadamente a los pobres, fomentando reflexiones sobre la indiferencia social y la necesidad de soluciones prácticas en lugar de depender exclusivamente de lo sobrenatural.
Este impacto se extiende a ámbitos educativos, donde se analiza como ejemplo de crítica social, promoviendo empatía hacia las realidades del campo dominicano durante la era de Trujillo, aunque Bosch lo escribió antes de su exilio.
El cuento ha sido incluido en antologías y estudiado por su capacidad para evocar la desesperación humana, contribuyendo al legado de Bosch como narrador comprometido con la justicia social.
Las consecuencias en la trama derivan de la sequía inicial y la posterior inundación provocada por las oraciones de Remigia.
La sequía obliga a un éxodo masivo de los habitantes de Paso Hondo, dejando a Remigia sola con su nieto, agotando sus ahorros en velas para las ánimas y destruyendo cultivos y ganado.

Como resultado de sus dos pesos invertidos en velas, las ánimas envían una cantidad equivalente de agua, lo que genera una lluvia torrencial incesante que dura semanas, transformando la sequía en una “niega” (inundación devastadora).
Esto causa la crecida de ríos, la destrucción de bohíos y caminos, y finalmente, arrastra a Remigia y su nieto en la corriente, simbolizando la ironía de una solución que se convierte en catástrofe.
En un plano más amplio, las consecuencias ilustran el ciclo vicioso de la pobreza: el esfuerzo por sobrevivir lleva a acciones desesperadas con efectos imprevistos, perpetuando la marginación y destacando cómo la naturaleza, combinada con la superstición, agrava la desigualdad social sin intervención humana efectiva.
El cuento concluye con una moraleja irónica sobre los peligros de la fe ciega y las peticiones desmedidas: “Sé cuidadoso con lo que pides, pues podría concederse en exceso”.
Bosch enfatiza que las soluciones sobrenaturales no resuelven problemas estructurales como la pobreza y los desastres naturales, sino que pueden empeorarlos, como cuando las ánimas entregan exactamente “dos pesos de agua”, resultando en una inundación fatal.
La conclusión narrativa es trágica, con Remigia arrastrada por el agua mientras sueña con un futuro próspero, subrayando la futilidad de la resistencia individual ante fuerzas incontrolables.
En términos temáticos, Bosch invita a reflexionar sobre la necesidad de solidaridad social y acciones colectivas en lugar de reliance en lo místico, criticando implícitamente la pasividad ante la injusticia.
Esta obra refuerza el mensaje de que la verdadera salvación radica en el cambio social, no en milagros, dejando al lector con una sensación de advertencia sobre las consecuencias no intencionadas de la desesperación.

