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El 10 de octubre de 2025, aproximadamente a las 7:45 a. m. CT, se produjo una explosión masiva en las instalaciones de Accurate Energetic Systems, ubicadas en la zona rural de Bucksnort, que abarca los condados de Hickman y Humphreys en Tennessee (a unos 80-96 kilómetros al oeste de Nashville).
La planta, proveedora clave de explosivos de uso militar (como TNT, HMX, PETN y RDX) y cargas de demolición para el Departamento de Defensa de EE. UU., el Departamento de Seguridad Nacional, las industrias aeroespacial, minera y de demolición, quedó completamente destruida.
La explosión se sintió a una distancia de hasta 19 kilómetros, produjo una columna de humo visible en el radar meteorológico y dispersó escombros, incluyendo cartuchos explosivos de color verde brillante, por todo el lugar y sus alrededores.
planta, que emplea a unas 75 personas en varios edificios de producción, procesa (y, en algunas descripciones, fabrica) municiones y dispositivos energéticos, pero no los produce a partir de materias primas.
La explosión tuvo profundos efectos inmediatos en la vida humana, la infraestructura y el medio ambiente local
Se presume que las 16 personas inicialmente desaparecidas (de las 18 reportadas como desaparecidas) han fallecido, sin que se hayan recuperado sobrevivientes del lugar. Esto representa una trágica pérdida para los aproximadamente 75 empleados, muchos de los cuales estaban de turno durante la madrugada.
Entre tres y cinco personas más sufrieron heridas leves y fueron atendidas y dadas de alta en hospitales locales de Dickson, Tennessee.
Se están utilizando datos de teléfonos celulares para confirmar la identidad de las víctimas, y se notificará a las familias a medida que se recuperan los restos.
La explosión destruyó el edificio principal de producción, creando aproximadamente 800 metros cuadrados de devastación sembrada de escombros, incluyendo pequeños incendios dispersos y sustancias volátiles peligrosas alteradas por el calor y la presión.
Escombros, como trozos de material aislante, cayeron a varios kilómetros de distancia en los patios de los residentes. El campus de 520 hectáreas sigue siendo una zona de alto riesgo, lo que requiere la intervención de artificieros para realizar detonaciones controladas y neutralizar los peligros.
Residentes de pueblos cercanos como McEwen (a 6.4 km) y Lobelville (a 17.7 km) reportaron temblores violentos en sus viviendas, similares a un terremoto o a la explosión de una vivienda. Persisten los cierres de carreteras en los alrededores del sitio, gestionados por el Departamento de Transporte de Tennessee, para facilitar el acceso en caso de emergencia.
No se ha reportado contaminación ambiental generalizada, pero el incidente provocó la activación del Centro de Operaciones de Emergencia del Estado de Tennessee en el Nivel 4 (preparación elevada).
Estos impactos han repercutido en las comunidades rurales de los condados de Hickman y Humphreys (con una población combinada de aproximadamente 44.000 habitantes), donde la planta genera importantes fuentes de empleo en una zona con granjas, cotos de caza y pocos negocios. Consecuencias
Las secuelas han desencadenado una respuesta multifacética, con repercusiones emocionales, operativas y posiblemente económicas duraderas:
El sheriff del condado de Humphreys, Chris Davis, describió el evento como un “infierno” para las familias, los socorristas y la comunidad, visiblemente afectado durante las actualizaciones, calificándolo de más devastador de lo previsto.
Un mar de emociones prevalece, y los residentes locales, muchos de ellos vinculados personalmente con las víctimas, quedan en estado de shock y angustia. Accurate Energetic Systems estableció un Centro de Asistencia Familiar para brindar apoyo emocional y recursos. Una línea directa de personas desaparecidas de la Oficina de Investigación de Tennessee (1-800-TBI-FIND) ha recibido denuncias para contribuir a los esfuerzos de reunificación.
Las secuelas han desencadenado una respuesta multifacética, con repercusiones emocionales, operativas y posiblemente económicas duraderas:
El sheriff del condado de Humphreys, Chris Davis, describió el evento como un “infierno” para las familias, los socorristas y la comunidad, visiblemente afectado durante las actualizaciones, calificándolo de más devastador de lo previsto.
Un mar de emociones prevalece, con los residentes locales —muchos de ellos conectados personalmente con las víctimas— conmocionados y desconsolados. Accurate Energetic Systems estableció un Centro de Asistencia Familiar para brindar apoyo emocional y recursos.
Una línea directa para personas desaparecidas de la Oficina de Investigación de Tennessee (1-800-TBI-FIND) ha recibido informes para apoyar los esfuerzos de reunificación.
Operativa y de recuperación: Más de 300 miembros del personal de emergencias de agencias locales, estatales (TEMA, TDH, THP, TDOT, TBI) y federales (ATF, FBI) participan en una recuperación lenta y metódica que ha pasado de la búsqueda y rescate a la recuperación de restos.
La volatilidad del sitio, debido a la alteración de los explosivos, requiere un manejo especializado, lo que retrasa el progreso y requiere explosiones controladas constantes por razones de seguridad.
Las alertas públicas instan a evitar la zona para evitar interferencias.
Implicaciones más amplias.
Si bien no se han identificado amenazas continuas para la salud pública ni la seguridad, la destrucción de un proveedor militar clave podría interrumpir las cadenas de producción de defensa de EE. UU., aunque los detalles aún no están claros. Económicamente, la pérdida afecta gravemente a una zona rural con pocas opciones de trabajo, lo que podría agravar la tensión en la comunidad.
Al 12 de octubre de 2025, no se había establecido la causa definitiva de la explosión. Las autoridades enfatizaron que los explosivos pueden “cambiar y comportarse de manera diferente” después de la explosión, lo que complica el análisis. La investigación interinstitucional, dirigida por las fuerzas del orden locales con técnicos en explosivos de la ATF y el Centro Nacional de Capacitación e Investigación de Explosivos, se describe como una “investigación de gran envergadura” que se espera que dure días o semanas, mucho más compleja que la de un accidente típico.
El enfoque preliminar se centra en la seguridad y la recuperación, más que en la causalidad, sin que se mencione ninguna evidencia de crimen. Las autoridades enfatizan su compasión por las familias en medio del dolor, y las actualizaciones continúan a través de canales oficiales como los informes de TEMA. El incidente pone de relieve los riesgos inherentes a la manipulación de explosivos de alta potencia en entornos industriales, pero las conclusiones completas están a la espera de los resultados forenses.

