Contenido Exclusivo!!

Las amenazas nucleares y la crisis submarina aumentan la tensión en Rusia

Por Evrim Ağacı, evrimagaci

En una semana marcada por una retórica cada vez más intensa y acontecimientos alarmantes, las tensiones entre Rusia, Ucrania y Occidente han alcanzado nuevos niveles, acentuados por las amenazas nucleares y un peligroso incidente submarino en el mar Mediterráneo.

La convergencia de advertencias directas de altos funcionarios y una crisis técnica a bordo de un submarino ruso con capacidad nuclear ha reavivado los temores sobre la fragilidad de la seguridad regional, e incluso mundial.

El 25 de septiembre de 2025, Dmitry Medvedev, expresidente de Rusia y actual vicepresidente del consejo de seguridad del país, recurrió a X (anteriormente Twitter) para lanzar una advertencia escalofriante tanto a los líderes ucranianos como a los estadounidenses.

Medvedev, que nunca se anda con rodeos, se burló abiertamente del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, refiriéndose a él como “el drogadicto de Kiev” y un “bicho raro”. Pero su mensaje principal estaba dirigido a Occidente: “Lo que el bicho raro necesita saber es que Rusia puede usar armas contra las que un refugio antiaéreo no protegerá.

Los estadounidenses también deberían tener esto en cuenta”, escribió Medvedev, según The Economic Times. La implicación era difícil de pasar por alto: el arsenal nuclear de Rusia sigue estando listo, e incluso los refugios antiaéreos más fortificados ofrecerían poca protección si el conflicto escalara a ese nivel.

Los comentarios de Medvedev fueron una respuesta directa a la propia advertencia de Zelenskyy, emitida durante una entrevista con Axios. Zelenskyy dijo a los funcionarios rusos que deberían “saber dónde están sus refugios antiaéreos”, y añadió: “Si no detienen la guerra, los necesitarán de todas formas”. Enfatizó que Ucrania no atacaría a civiles rusos, pero insistió en que su país tomaría represalias contra los ataques rusos a su infraestructura energética. Este intercambio, reportado por NewsNation, puso de relieve la naturaleza de ojo por ojo de la continua guerra informativa y psicológica entre Kiev y Moscú. La declaración de Zelenskyy, aunque mesurada, indicó que Ucrania no se quedará de brazos cruzados si Rusia continúa su campaña de ataques contra infraestructuras críticas.

Para agravar aún más la ya volátil situación, el expresidente estadounidense Donald Trump intervino con su propia fórmula de disuasión. Trump argumentó que los países de la OTAN no deberían dudar en derribar aviones rusos que violen el espacio aéreo de estados miembros como Estonia y Polonia, países que desde hace tiempo se han sentido vulnerables a las incursiones rusas. También expresó su confianza en que Ucrania podría “restaurar sus fronteras originales”, una declaración que, según The Economic Times, subrayó su creencia en la capacidad de Kiev para repeler los avances rusos. Las declaraciones de Trump se destacaron por su franqueza, abogando por una postura mucho más agresiva que la adoptada actualmente por la mayoría de los líderes occidentales. Independientemente de si sus sugerencias cobran fuerza o no, reflejan una creciente impaciencia entre algunos responsables políticos occidentales con el statu quo.

Mientras la guerra verbal se desarrollaba públicamente, un incidente potencialmente catastrófico se desarrollaba bajo las olas del Mediterráneo. El 27 de septiembre de 2025 o antes, el submarino ruso Novorossiysk de la Flota del Mar Negro —un buque diseñado para transportar misiles Kalibr con capacidad nuclear— declaró una alerta mayor tras sufrir lo que se describió como un “riesgo explosivo” a bordo. Según informes del canal ruso de Telegram VChK-OGPU, el submarino presentaba graves problemas técnicos, incluyendo una peligrosa fuga de combustible. El canal, conocido por sus filtraciones de los servicios de seguridad rusos, informó que la tripulación carecía tanto de repuestos como de la experiencia para reparar los daños. Como resultado, se enfrentaban a la sombría perspectiva de tener que bombear la peligrosa mezcla de combustible directamente al mar, con todos los riesgos ambientales y de seguridad que ello conlleva.

“Novorossiysk, actualmente en servicio de combate en el Mediterráneo, está experimentando graves problemas técnicos. Debido a daños en el sistema de combustible, el combustible se está filtrando directamente a la bodega. No hay repuestos para reparaciones ni especialistas cualificados en el submarino, y la tripulación no puede solucionar las averías”, declaró el canal. “El grave accidente también ha causado otros problemas. El combustible acumulado en la bodega representa un peligro de explosión. La fuente cree que la tripulación no tiene más remedio que empezar a vaciar la bodega directamente al mar”.

La ubicación exacta del incidente sigue sin estar clara y, al momento de escribir este artículo, no ha habido ninguna declaración oficial de las autoridades rusas que confirme o desmienta los informes. El Novorossiysk, puesto en servicio en 2014, es un submarino de ataque diésel-eléctrico de 73 metros de eslora con una tripulación de 52 personas y capacidad para permanecer sumergido hasta 45 días. Aunque está diseñado para transportar misiles con capacidad nuclear, los analistas creen que es improbable que esté equipado con ellos durante su despliegue actual. Aun así, la presencia de un buque de estas características en el Mediterráneo, especialmente cuando se ve comprometido, plantea serias preocupaciones sobre los riesgos de una escalada accidental o un desastre ambiental.

La problemática travesía del Novorossiysk no ha pasado desapercibida para los ejércitos occidentales. A principios de julio de 2025, el submarino fue monitoreado por un buque de patrulla de la Marina Real Británica, el HMS Mersey, así como por un helicóptero Wildcat del 815.º Escuadrón Aéreo Naval y un avión Merlin especializado del 824.º Escuadrón Aéreo Naval mientras navegaba por el Mar del Norte y el Canal de la Mancha. A principios de agosto, fue avistado cerca de Gibraltar, entrando en el Mediterráneo. La estrecha vigilancia prestada por las fuerzas británicas subraya la mayor vigilancia en los países de la OTAN respecto a los movimientos navales rusos, en particular aquellos que involucran buques potencialmente nucleares.

Cabe destacar que no se cree que el Novorossiysk haya participado en la guerra contra Ucrania. Sin embargo, su submarino gemelo, el Rostov del Don, fue hundido por fuerzas ucranianas en agosto de 2024, un duro recordatorio de los riesgos que afrontaban ambas partes en este prolongado conflicto. El destino del Rostov del Don se ha convertido en un símbolo de la resiliencia y el ingenio de Ucrania, incluso mientras el equilibrio naval en el mar Negro y el Mediterráneo sigue en constante cambio.

Todos estos acontecimientos ocurren en un momento en que el espectro de un conflicto nuclear, considerado reliquia de la Guerra Fría, vuelve a ser invocado por los líderes mundiales. La advertencia de Medvedev de que «los refugios antiaéreos no protegerán a los estadounidenses de las armas rusas» puede ser descartada por algunos como una fanfarronería, pero refleja una ansiedad real y creciente ante la posibilidad de un error de cálculo o un fallo técnico que conduzca al desastre. Los problemas técnicos que afectan al Novorossiysk sirven como un recordatorio aleccionador de que incluso el armamento militar más avanzado no es inmune a las averías, y que tales incidentes pueden tener consecuencias mucho más allá de la tripulación o el teatro de operaciones inmediatos

En medio de estas incertidumbres, la comunidad internacional se enfrenta a preguntas difíciles: ¿Cómo debería Occidente responder a la retórica rusa cada vez más agresiva? ¿Qué medidas se pueden tomar para garantizar la seguridad de los buques con capacidad nuclear que operan en aguas congestionadas y estratégicamente sensibles? Y, quizás lo más desalentador de todo, ¿cómo pueden los líderes evitar que una guerra de palabras —o un percance técnico— se convierta en una catástrofe mayor?

Mientras el mundo observa y espera, los acontecimientos de finales de septiembre de 2025 ofrecen una dura advertencia: en una era de políticas arriesgadas y de maquinaria frágil, la línea entre la disuasión y el desastre nunca ha parecido más delgada.

Latest

The stabbing deaths of Hollywood director and actor Rob Reiner and his wife shock the world

Special for followers of codigopostalrd.net On December 14, 2025, acclaimed...

Las muertes por apuñalamiento del director y actor de Hollywood, Rob Reiner, y su esposa impactan al Mundo

Especial para los seguidores de codigopostalrd.net El 14 de diciembre...

Paradigmas del nuevo Presidente de Chile: “Pinochet 2.0”, Donald Trump, Nayib Bukele y Javier Milei

Especial para los seguidores de codigopostalrd.net El 14 de diciembre...

Newsletter

spot_img

Don't miss

The stabbing deaths of Hollywood director and actor Rob Reiner and his wife shock the world

Special for followers of codigopostalrd.net On December 14, 2025, acclaimed...

Las muertes por apuñalamiento del director y actor de Hollywood, Rob Reiner, y su esposa impactan al Mundo

Especial para los seguidores de codigopostalrd.net El 14 de diciembre...

Paradigmas del nuevo Presidente de Chile: “Pinochet 2.0”, Donald Trump, Nayib Bukele y Javier Milei

Especial para los seguidores de codigopostalrd.net El 14 de diciembre...

El camino que hay que comenzar a recorrer para posicionarse como opción a la alcaldía de la Capital, según mediciones.

Especial para los seguidores de codigopostalrd.net Para un candidato convertirse...
spot_imgspot_img

The stabbing deaths of Hollywood director and actor Rob Reiner and his wife shock the world

Special for followers of codigopostalrd.net On December 14, 2025, acclaimed Hollywood director and actor Rob Reiner, 78, and his wife, producer Michele Singer Reiner, 68,...

Las muertes por apuñalamiento del director y actor de Hollywood, Rob Reiner, y su esposa impactan al Mundo

Especial para los seguidores de codigopostalrd.net El 14 de diciembre de 2025, el aclamado director y actor de Hollywood Rob Reiner, de 78 años, y...