El partido Wolverhampton Wanderers vs. West Ham United, disputado el 26 de agosto de 2025 en el Molineux Stadium, por la segunda ronda de la Carabao Cup inglesa, terminó con una victoria de los Wolves por 3-2.
Los Wolves aseguraron su pase a la siguiente ronda de la Carabao Cup, lo que elevó la moral del equipo tras un inicio complicado en la temporada 2025-26. Las contribuciones clave fueron de Rodrigo Gomes, quien anotó en el minuto 43, y Jørgen Strand Larsen, quien marcó dos goles en los minutos 82 y 84, con una asistencia crucial de Jackson Tchatchoua. Esta victoria puso de manifiesto la resiliencia de los Wolves y su capacidad para remontar tras ir perdiendo 2-1.
El West Ham quedó eliminado de la Carabao Cup, un revés para sus objetivos de temporada bajo la dirección de Graham Potter. A pesar de los goles de Tomás Soucek (minuto 50) y Lucas Paquetá (minuto 63), las fallas defensivas y la incapacidad de mantener la ventaja les costaron caro.
En el Wolves, Jørgen Strand Larsen se convirtió en una figura clave con su doblete en los últimos minutos, mientras que el impacto de Tchatchoua desde el banquillo fue notable. En el West Ham, el gol de Paquetá resaltó su importancia, pero las lesiones de jugadores como Luis Guilherme (hombro) y las dudas sobre George Earthy limitaron sus opciones.
Esta victoria podría ser un punto de inflexión para el Wolves, que había tenido dificultades en los últimos partidos, sin victorias en sus últimos seis encuentros en todas las competiciones antes de este (0 victorias, 2 empates, 4 derrotas). La victoria podría aumentar la confianza de cara a los próximos encuentros de la Premier League, especialmente dada su ventaja de local en el Molineux.
La derrota añade presión a la directiva y la plantilla del West Ham, especialmente después de un inicio de temporada irregular (4 victorias, 1 empate, 1 derrota en sus últimos seis partidos). Su reciente derrota por 5-1 en la Premier League ante el Chelsea y esta eliminación copera podrían plantear dudas sobre la profundidad de la plantilla y la organización defensiva, especialmente con jugadores clave como Max Kilman entrando en el partido.
La formación 3-4-2-1 del Wolves les permitió aprovechar las oportunidades en los últimos minutos, con sustituciones como la de Sasa Kalajdzic que aportaron fuerza física. El 3-5-2 del West Ham tuvo dificultades para mantener el control tras tomar la delantera, lo que sugiere la necesidad de ajustes tácticos en futuros partidos de alto riesgo.
El Wolves demostró su capacidad para remontar bajo presión, remontando un 2-1 en contra para ganar. Esto sugiere potencial de mejora en su temporada, especialmente si jugadores como Strand Larsen y Tchatchoua siguen contribuyendo significativamente.
La eliminación del West Ham pone de relieve las vulnerabilidades de su plantilla, especialmente a la hora de mantener la ventaja y gestionar las lesiones. Su incapacidad para aprovechar una ventaja de 2-1 indica la necesidad de una mejor gestión del juego y estabilidad defensiva.
El partido pone de relieve la naturaleza impredecible de las competiciones de copa, donde el estado de forma puede ser menos importante que el impulso y los momentos clave.
El Wolves aprovechó su ventaja de local y las sustituciones tardías, mientras que la incapacidad del West Ham para cerrar el partido le costó caro.
Las publicaciones en X reflejan la euforia de la afición de los Wolves por la victoria, y la cuenta oficial del club celebra la remontada. Por otro lado, la salida del West Ham podría mermar el optimismo de la afición, especialmente tras su reciente y abultada derrota.
