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A medida que la tecnología ha avanzado a lo largo de los siglos, numerosas tareas y trabajos que antes requerían mano de obra humana se han automatizado, lo que ha generado una mayor eficiencia, pero también cambios en la fuerza laboral.
A continuación, se presentan algunos de los ejemplos más notables, que abarcan desde desarrollos históricos hasta desarrollos más recientes:
En los inicios de la telefonía, los operadores humanos conectaban manualmente las llamadas conectando cables a las centralitas. Esta función quedó prácticamente obsoleta con la llegada de los sistemas de marcación automática y los conmutadores digitales a partir de mediados del siglo XX.
En los edificios, antiguamente se empleaba a personas para controlar manualmente los ascensores, accionando las palancas de las plantas y garantizando la seguridad de los viajes. Los ascensores automáticos con botones, inventados alrededor de 1900 y generalizados en la década de 1950, eliminaron la necesidad de este trabajo.
Antes del alumbrado público eléctrico, se contrataba a personas para encender y apagar las lámparas de gas en las ciudades cada tarde y mañana. La introducción del alumbrado eléctrico a finales del siglo XIX automatizó este proceso, haciendo innecesario el trabajo.
En la época anterior a los despertadores fiables, se pagaba a la gente por despertar a los trabajadores golpeando las ventanas con palos largos o lanzando guisantes al cristal. Los despertadores mecánicos y electrónicos, popularizados a principios del siglo XX, hicieron obsoleto este servicio.
Equipos de personas, a menudo mujeres, realizaban cálculos matemáticos complejos a mano para proyectos científicos y de ingeniería, como los de la NASA. A mediados del siglo XX, las computadoras electrónicas automatizaron estas tareas, reduciendo drásticamente el tiempo y la mano de obra necesarios.
Los trabajadores recogían hielo de lagos y ríos congelados con sierras y lo almacenaban en neveras para su uso durante todo el año. El desarrollo de los refrigeradores eléctricos a principios del siglo XX eliminó la necesidad de la recolección natural de hielo.
Los jóvenes recolocaban manualmente los bolos y devolvían las bolas después de cada juego. Las máquinas automatizadas de colocación de agujas, introducidas en la década de 1940, reemplazaron esta labor intensiva.
Antes de la imprenta, los copistas profesionales copiaban a mano libros y documentos. La invención de Johannes Gutenberg en el siglo XV automatizó la producción en masa de textos, desplazando a los escribas.
Los artesanos operaban manualmente telares para producir telas, un proceso que requería mucha mano de obra. Los telares mecanizados durante la Revolución Industrial del siglo XIX automatizaron el tejido, lo que provocó una pérdida generalizada de empleos y protestas como las de los luditas.
Muchas tareas de fabricación repetitivas, como la soldadura y la pintura en las fábricas de automóviles, se realizaban a mano. Los robots industriales, introducidos a mediados del siglo XX, automatizaron estos procesos para lograr precisión y velocidad.
: Los operadores enviaban y recibían mensajes mediante código Morse a través de cables. El auge de los teléfonos y la comunicación digital en el siglo XX dejó obsoletos los telégrafos.
En los cines, los trabajadores cargaban y cambiaban manualmente los rollos de película durante las proyecciones. Los sistemas de proyección digital, ampliamente adoptados en el siglo XXI, automatizaron la reproducción y eliminaron la necesidad de esta habilidad.
Los trabajadores agrícolas realizaban tareas como sembrar y cosechar a mano o con herramientas básicas. Equipos mecanizados como tractores y cosechadoras, a partir del siglo XIX, automatizaron gran parte de este trabajo, reduciendo la mano de obra necesaria.
Los humanos gestionaban las retiradas y depósitos de efectivo en los mostradores. Los cajeros automáticos, introducidos en la década de 1960, automatizaron estas tareas rutinarias, aunque los cajeros aún existen para servicios más complejos.
Estas transiciones a menudo generaron preocupación por la pérdida de empleos, pero también crearon nuevas oportunidades en el mantenimiento de tecnología, la programación y otros campos. El ritmo de la automatización continúa acelerándose con la Inteligencia Artificial y la robótica.

