La retirada de Richardson de las semifinales de los 100 metros en el Campeonato USATF al Aire Libre de 2025 abrió la puerta a que otras atletas brillaran.
Melissa Jefferson-Wooden aprovechó la oportunidad, ganando la final femenina de los 100 metros con una mejor marca personal de 10,65 segundos, igualando la de Richardson y marcando el quinto mejor tiempo en la historia de Estados Unidos.
Otras velocistas, como Twanisha Terry (10,94) y Tamari Davis (10,97), también bajaron de los 11 segundos, lo que demuestra la gran cantidad de participantes sin Richardson.
Como actual campeona mundial de 100 m, Richardson tiene una invitación automática para el Campeonato Mundial de Atletismo de Tokio 2025 en la prueba de 100 m, por lo que su retirada no afectó su participación en esa prueba.
Sin embargo, podría haber afectado su posibilidad de conseguir una plaza en los 200 m, donde aún planeaba competir en el Campeonato de la USATF. Su ausencia de la final de 100 m permitió que otras atletas, como Jefferson-Wooden, Kayla White y Aleia Hobbs, se clasificaran para Tokio.
La retirada, relacionada con los informes sobre su arresto, generó una gran atención mediática y un debate público. Publicaciones en X y medios de comunicación destacaron la conmoción entre los aficionados y la comunidad del atletismo, y algunos cuestionaron su capacidad para tomar decisiones y su constancia.
Esto se sumó a la narrativa de una temporada 2025 desafiante para Richardson, marcada por actuaciones decepcionantes anteriores (por ejemplo, 11.47s en Tokio, 11.19s en Prefontaine Classic).
Richardson fue arrestada el 27 de julio de 2025 en el Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma por agresión doméstica en cuarto grado, involucrando a su novio, el velocista Christian Coleman.
El incidente, grabado en cámaras de seguridad, involucró a Richardson presuntamente empujando a Coleman y lanzándole auriculares. Coleman se negó a presentar cargos y Richardson fue liberada al día siguiente.
Si bien no se mencionan cargos formales en informes posteriores, el incidente se sumó a su historial de problemas legales, incluyendo una suspensión por marihuana en 2021 y un altercado en 2023 en un vuelo de American Airlines. Esto podría afectar su imagen pública y sus patrocinios, aunque las fuentes no detallan consecuencias específicas en estas áreas.
El arresto y la posterior retirada de los 100 metros planos generaron preocupación sobre la estabilidad mental y competitiva de Richardson. Los informes señalaron su irregular temporada 2025, con un mejor tiempo de 11.07 segundos en las eliminatorias de 100 metros en la USATF y un cuarto puesto en los 200 metros en las Pruebas Olímpicas de EE. UU. de 2024 (22.16 segundos).
Su decisión de competir en los 200 metros en la USATF, a pesar de haberse retirado inicialmente, sugiere un intento de salvar su temporada, pero se enfrenta a una dura competencia de atletas como Gabby Thomas y Melissa Jefferson-Wooden, quienes se encuentran en su mejor momento. Un mal desempeño podría dañar aún más su reputación como una de las principales aspirantes.
El incidente involucró a Christian Coleman, compañero velocista que terminó quinto en la final masculina de 100 metros en la USATF. Si bien no se reporta un impacto directo en la dinámica del equipo, la naturaleza pública de su altercado podría generar tensión en la comunidad del atletismo, especialmente porque ambos entrenan con Star Athletics.
La retirada de Richardson de los 100 m no puso en peligro su plaza en el Campeonato Mundial de 100 m debido a su invitación, pero desvió las oportunidades a otras atletas y puso de manifiesto su irregularidad. Su enfoque en los 200 m en la USATF es crucial para reafirmar su dominio, pero sus posibilidades son escasas ante competidoras fuertes como Gabby Thomas, quien corrió 21.60 segundos en 2024, y Jefferson-Wooden, quien ha demostrado versatilidad en los 200 m (23.46 segundos en Kingston).
El arresto se suma a una serie de problemas fuera de la pista para Richardson, incluyendo su suspensión en 2021 y el incidente de vuelo en 2023. Si bien ha demostrado resiliencia en el pasado (por ejemplo, al ganar el oro en los 100 m en 2023 tras su suspensión), la repetición de incidentes podría tensar su relación con los aficionados, los patrocinadores y la USATF. Su capacidad de recuperación en Tokio será crucial para mantener su estatus como estrella mundial.
El incidente pone de relieve la presión que enfrentan los atletas de alto perfil, en particular las mujeres en el deporte, donde los asuntos personales y legales son objeto de un intenso escrutinio. A diferencia de su suspensión por marihuana en 2021, que desató debates sobre las normas antidopaje, este arresto se relaciona con un asunto doméstico, lo que podría conllevar un juicio público más severo. Sin embargo, la ausencia de cargos contra Coleman podría mitigar las consecuencias legales a largo plazo.
Las fuentes, aunque detalladas, se basan en gran medida en informes iniciales de medios como LetsRun.com y carecen de seguimiento sobre si se retiraron formalmente los cargos o si la USATF impuso alguna medida disciplinaria.
La narrativa sobre la “inconsistencia” de Richardson podría ser exagerada, ya que su tiempo de 11,07 segundos en las eliminatorias de los 100 metros fue su mejor marca de la temporada, y factores externos como el viento en contra y el estrés personal podrían explicar su rendimiento.
La atención centrada en su arresto corre el riesgo de eclipsar sus logros deportivos y los desafíos sistémicos (p. ej., salud mental, presión mediática) que enfrentan los atletas de élite. Por otro lado, su decisión de competir en los 200 m demuestra determinación, pero el escepticismo de las fuentes sobre su rendimiento podría reflejar un sesgo que espera una excelencia constante de una joven atleta que supera importantes obstáculos personales y profesionales.
