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Jeannette Jara, candidata presidencial del Partido Comunista de Chile (PCCh) y representante del pacto oficialista “Unidad por Chile”, ha tenido un impacto significativo en el proceso hacia las elecciones presidenciales de Chile 2025.
Su influencia se puede analizar desde varios aspectos clave, basados en su trayectoria, su desempeño en las primarias y su posicionamiento político:
Jeannette Jara se impuso en las elecciones primarias del 29 de junio de 2025 con un 60,31% de los votos (822.235 votos, con el 98,27% de las mesas escrutadas), superando ampliamente a sus contendientes, Carolina Tohá (27,91%), Gonzalo Winter (9,02%) y Jaime Mulet (2,76%).
Esta victoria consolidó su liderazgo dentro del bloque oficialista, posicionándola como la candidata única de la izquierda para las elecciones del 16 de noviembre de 2025.
La participación de más de 1,4 millones de votantes en las primarias, aunque moderada, refleja una movilización significativa para una primaria de un solo sector político, destacando su capacidad de convocatoria.
Fortalecimiento del Partido Comunista: Jara es la primera candidata presidencial del PCCh desde Gladys Marín en 1999, y su nominación marca un hito histórico al posicionar al partido, tradicionalmente marginal en la política chilena post-dictadura, como líder de la coalición oficialista.
Esto representa un avance estratégico para el PCCh, que ha pasado de ser una fuerza extrainstitucional en 1990 a encabezar la izquierda progresista en 2025. Sin embargo, su candidatura también enfrenta el desafío de superar prejuicios históricos contra el comunismo en Chile, en un contexto donde la derecha explota narrativas de “campaña del terror”.
A diferencia de la línea más doctrinaria del PCCh, Jara ha proyectado una imagen moderada, pragmática y empática, comparada incluso con Michelle Bachelet. Su experiencia como ministra del Trabajo (2022-2025) bajo el gobierno de Gabriel Boric, donde lideró la Ley de las 40 horas, la reforma previsional y el aumento del salario mínimo, le otorgó alta visibilidad y valoración ciudadana (48% según Cadem, superando a competidores como José Antonio Kast y Evelyn Matthei en junio de 2025). Su enfoque en propuestas concretas sobre seguridad, empleo y salud, en lugar de lógicas refundacionales, le ha permitido conectar con sectores populares y juveniles, desafiando la percepción de radicalismo asociada al PCCh.}
Jara ha logrado unificar al oficialismo tras una primaria competitiva, con el respaldo de partidos como Acción Humanista, Izquierda Cristiana y sectores del Frente Amplio, además de figuras clave del gobierno de Boric.
Su discurso de “unidad, diálogo y esperanza” busca ampliar su base hacia el centro político y los independientes, en un contexto donde la derecha, liderada por José Antonio Kast (24% de intención de voto) y Evelyn Matthei (10%), aparece fragmentada pero fuerte en las encuestas. No obstante, la baja participación en las primarias (comparada con las de Boric en 2021) y el escepticismo sobre la capacidad de la izquierda para proyectar gobernabilidad podrían limitar su impacto.
Su plataforma, titulada “Chile justo, seguro y próspero”, enfatiza el fortalecimiento del Estado, justicia laboral (reducción de jornada laboral, salario vital, negociación colectiva), seguridad (reforma a Carabineros, lucha contra el narcotráfico) y barrios dignos.
Aunque criticada por algunos sectores de izquierda por no cuestionar el modelo neoliberal de fondo, su enfoque práctico y orientado a las necesidades de las mayorías ha resonado en sectores populares, posicionándola como una alternativa frente a la derecha.
Jara enfrenta un escenario político adverso, con una ciudadanía que demanda soluciones a la inseguridad y el estancamiento económico, temas donde la derecha tiene ventaja.
Su militancia en el PCCh, que mantiene vínculos con regímenes como Cuba y Venezuela, genera resistencias en sectores moderados, a pesar de sus esfuerzos por desmarcarse de posiciones más radicales (por ejemplo, calificando a Venezuela como un “régimen autoritario”). Además, la fragmentación de la derecha (Kast, Matthei, Kaiser) podría beneficiarla en la primera vuelta, pero las encuestas proyectan una segunda vuelta complicada contra Kast.
En resumen, el impacto de Jeannette Jara radica en su capacidad para consolidar al oficialismo, revitalizar al PCCh como actor protagónico y proyectar una candidatura que combina carisma popular con propuestas prácticas. Sin embargo, su éxito en noviembre dependerá de su habilidad para ampliar su base electoral, superar prejuicios ideológicos y enfrentar a una derecha que capitaliza el descontento social. Su liderazgo ha redefinido el panorama de la izquierda chilena, pero el desafío de vencer a la derecha en un contexto polarizado sigue siendo significativo
