
Colombia en vilo tras ataques que ocurren apenas días después del intento de asesinato del aspirante presidencial conservador.
El suroeste de Colombia se ha visto sacudido por una serie de explosiones y ataques con armas de fuego cerca de estaciones de policía que han dejado al menos cuatro personas muertas, según la policía, un aparente ataque coordinado que las autoridades han atribuido a grupos rebeldes.
Los ataques afectaron a Cali, la tercera ciudad más grande del país, y a los pueblos cercanos de Corinto, El Bordo y Jamundi, y tuvieron como objetivo estaciones de policía y otros edificios municipales con coches bomba y motocicletas, disparos de fusil y un presunto dron, dijo el martes el jefe de la policía Carlos Fernando Triana a la estación de radio local La FM.
Los atentados ocurrieron apenas días después del intento de asesinato del candidato presidencial senador Miguel Uribe Turbay en un mitin de campaña en la capital, Bogotá, presuntamente por un sicario de 15 años, un ataque que sacudió a una nación con un oscuro pasado de asesinatos.
En Corinto, un periodista de la AFP fue testigo de los restos enredados de un automóvil que explotó junto a un edificio municipal calcinado y muy dañado.
“Hay dos policías muertos y varios ciudadanos también están muertos”, dijo Triana.
La policía dijo más tarde que entre los muertos había al menos dos civiles y que otros 12 resultaron heridos.
No quedó claro de inmediato quién estaba detrás de los ataques, pero portavoces militares y policiales atribuyeron los ataques a las FARC-EMC, grupo conocido por operar en la zona. El grupo está liderado por exmiembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se separaron del grupo tras la firma de un acuerdo de paz con el gobierno en 2016.
Colombia al límite
Triana sugirió que los ataques podrían estar relacionados con el tercer aniversario del asesinato del líder disidente de las FARC, Leider Johani Noscue, más conocido como “Mayimbu”.
Los atentados ocurridos apenas tres días después del intento de asesinato de Uribe han puesto a Colombia aún más nerviosa.
Uribe, miembro del partido opositor conservador Centro Democrático, fue sometido a una primera cirugía exitosa el domingo. El hospital que lo atendió informó el martes que se mantenía estable, pero en estado crítico.
“Seguimos tomando las acciones necesarias para mitigar el impacto de las lesiones”, agregó el hospital Fundación Santa Fe en un comunicado.
Miles de personas han salido a las calles en las principales ciudades para encender velas, orar y expresar su indignación por el intento de asesinato. Las autoridades afirman estar investigando quién está detrás del ataque a Uribe. El presidente izquierdista Gustavo Petro, quien ha prometido pacificar el país, declaró el domingo que había ordenado medidas de seguridad adicionales para los líderes de la oposición en respuesta a nuevas amenazas.
Muchos colombianos temen un retorno a la violencia sangrienta de los años 1980 y 1990, cuando los ataques de los cárteles y los asesinatos políticos eran frecuentes y sembraban el terror en todo el país.

