Por Christopher Lamb , Lauren Said-Moorhouse , Antonia Mortensen y Catherine Nicholls , CNN
El Papa Francisco fue dado de alta el domingo del Hospital Gemelli de Roma, donde ha estado luchando contra una neumonía doble durante las últimas cinco semanas, y regresó al Vaticano donde continuará su recuperación.
El pontífice abandonó el hospital poco después de realizar su primera aparición pública en semanas, saludando a la gente y haciendo un gesto de aprobación con el pulgar desde un balcón.
Aunque el Papa parecía frágil y le costaba hablar, se dirigió a la multitud reunida fuera del hospital, agradeciéndoles y reconociendo a una mujer que llevaba flores. También impartió una bendición, aunque parecía tener cierta dificultad para levantar los brazos.
A pesar de ello, el pontífice parecía alerta, moviendo la cabeza cuando un asistente se acercó a preguntarle algo.
Francis, de 88 años, ingresó en el Hospital Gemelli el 14 de febrero. Inicialmente, sufrió una infección respiratoria grave. Posteriormente, se le diagnosticó una infección polimicrobiana que evolucionó a neumonía en ambos pulmones.
Su equipo médico dijo el sábado que su condición ahora se ha estabilizado, lo que le permitirá ser dado de alta para convalecer en su residencia en el Vaticano, Casa Santa Marta, durante los próximos dos meses.
Antes de regresar a su residencia el domingo, el papa acudió a la basílica de Santa María la Mayor, donde ofreció flores para depositarlas ante el icono de la Virgen María, Salus Populi Romani. La basílica tiene un gran significado para Francisco, quien suele visitarla antes y después de sus viajes al extranjero, así como tras sus hospitalizaciones.
El Papa sólo había sido visto previamente una vez durante su larga estadía en el hospital, cuando el Vaticano publicó una fotografía de Francisco rezando en la capilla del hospital.
Francisco no ha dirigido la oración del Ángelus durante los últimos seis domingos, pero aún así ha ofrecido una reflexión cada semana.
“Durante este largo periodo de hospitalización, he tenido la oportunidad de experimentar la paciencia del Señor, que veo reflejada también en el incansable cuidado de los médicos y del personal sanitario, así como en el cuidado y la esperanza de los familiares de los enfermos”, afirmó en su mensaje del Ángelus, distribuido con antelación a los periodistas.
“Esta paciencia confiada, anclada en el amor de Dios que no falla, es verdaderamente necesaria en nuestra vida, especialmente para afrontar las situaciones más difíciles y dolorosas”, continuó.
El Papa también dijo en su mensaje del Ángelus que estaba «entristecido por la reanudación de los intensos bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, con tantos muertos y heridos». Pidió el silenciamiento de las armas y la reanudación de las conversaciones de paz entre Israel y Hamás, «para que todos los rehenes sean liberados y se alcance un alto el fuego definitivo».
Mientras el pontífice de 88 años regresa a su residencia en Casa Santa Marta, donde ha vivido desde que fue elegido Papa en 2013, necesitará recuperarse durante al menos dos meses para permitir que su cuerpo tenga tiempo de sanar completamente, dijeron sus médicos en una conferencia de prensa en el hospital el sábado por la noche.
El doctor Sergio Alfieri explicó a los periodistas que durante su hospitalización de 38 días se produjeron “dos episodios muy críticos en los que la vida del Santo Padre estuvo en peligro”.
Alfieri, jefe del equipo médico que atiende al pontífice, calificó el período de convalecencia de dos meses como “muy importante”.
El Papa tendrá que volver al trabajo gradualmente y se le ha aconsejado no reunirse con grandes grupos de personas durante algún tiempo, añadió Alfieri.
Durante su hospitalización, el tratamiento del Papa requirió varias semanas de ventilación mecánica no invasiva y oxígeno.
La voz del pontífice está mejorando, pero necesita más tiempo para recuperarse por completo, declaró el sábado el Dr. Luigi Carbone, subdirector del servicio de salud del Vaticano. Añadió que, si bien el Papa ya no padece neumonía doble, aún necesita recuperarse de las otras infecciones que ha estado combatiendo.
Carbone declaró a la prensa que el Papa se encontraba bien de ánimo y había estado pidiendo el alta durante los últimos días. Sin embargo, tras su regreso a casa, deberá continuar con el tratamiento y la fisioterapia que ha estado recibiendo en el hospital, añadió Carbone.
A pesar de estar plagado de una serie de problemas de salud relacionados con los pulmones, Francis ha mostrado su determinación de mejorar, reanudando algunas actividades laborales y firmando documentos.
A principios de este mes, el Papa aprobó un nuevo proceso de reforma trienal para la Iglesia Católica. Las reformas sobre la mesa incluyen cómo otorgar un mayor protagonismo a las mujeres en la Iglesia Católica, incluyendo su ordenación diaconal, y una mayor inclusión de los miembros no clérigos en el gobierno y la toma de decisiones.
La salida del Papa del hospital será bien recibida por muchos en todo el mundo y altos funcionarios del Vaticano han sugerido que su estadía en el hospital lo habrá hecho reflexionar.
Uno de sus colaboradores más cercanos, el cardenal Víctor Manuel Fernández, dijo el viernes que “se abre para él una nueva etapa”.
Fernández, compatriota argentino del papa, afirmó haber estado en contacto con Francisco durante su hospitalización, aunque no especificó cuándo. Añadió que deberá continuar con la terapia de rehabilitación para fortalecer su voz y que la vida del papa “sin duda tendrá que cambiar” a su regreso al Vaticano. Antes de ingresar al Gemelli, Francisco mantenía una intensa agenda de reuniones y discursos.
“Es un hombre de sorpresas, que seguramente habrá aprendido muchísimo en este mes, y quién sabe qué se sacará de la manga”, dijo Fernández. “Así que, aun sabiendo que este ha sido un gran esfuerzo para él, un momento difícil, sé que será fructífero para la iglesia y para el mundo”.
Esta historia ha sido actualizada con los acontecimientos.
