Stephen J. Nesbitt·Escritor sénior, MLB
Los Dodgers de Los Ángeles superaron un déficit de cinco carreras para sorprender a los Yankees de Nueva York y ganar la Serie Mundial.
Los Dodgers ganan la Serie Mundial 2024
Se acabo.
Dodgers vs. Yankees. Los Ángeles vs. Nueva York. Shohei Ohtani vs. Aaron Judge.
Los Dodgers remontaron ante el as de los Yankees, Gerrit Cole, y aprovecharon varios errores defensivos para ganar el quinto partido, 7-6, y conseguir su octavo campeonato de la Serie Mundial. Un elevado de sacrificio de Mookie Betts en la octava entrada en el Yankee Stadium el miércoles por la noche aseguró que los Dodgers no se convirtieran en el primer equipo en desperdiciar una ventaja de tres juegos a cero en la Serie Mundial.
Si los Dodgers se sintieron de alguna manera perjudicados por el título de la temporada acortada de 2020, no habrá dudas en este caso. El mejor equipo del béisbol en esta temporada regular también será su campeón en 2024.
Mientras Judge le robó bases extra a Freddie Freeman con una atrapada sensacional al comienzo del quinto juego, el sencillo de dos carreras de Freeman en el quinto inning de cinco carreras de los Dodgers le dio 12 carreras impulsadas en la serie, empatando a Bobby Richardson de los Yankees en 1960 por el récord de la Serie Mundial. Freeman, ahora dos veces campeón de la Serie Mundial, fue nombrado MVP de la serie. Conectó jonrones cuatro veces, incluido un grand slam para dejar en el terreno al rival en el Juego 1, y estableció un récord al conectar jonrones en seis juegos consecutivos de la Serie Mundial que se remontan a 2021.
Betts es tres veces campeón. Ohtani y Yoshinobu Yamamoto tienen su primer anillo.
Pero esta Serie Mundial fue una montaña rusa hasta el final.
Los Yankees tuvieron un comienzo de ensueño en el quinto juego. Cole fue táctico en una primera entrada de siete lanzamientos. Judge anunció su llegada a esta Serie Mundial al pegarle un jonrón de dos carreras al primer lanzamiento que vio, su primer hit de extrabase en 13 días. Luego, Jazz Chisholm Jr. conectó dos batazos consecutivos en solitario a una milla de altura que se dirigieron a los asientos del jardín derecho. El Yankee Stadium tembló.
El abridor de los Dodgers, Jack Flaherty, duró apenas cuatro outs, y se fue después del sencillo productor de Alex Verdugo en el segundo inning. En el tercero, Giancarlo Stanton conectó su séptimo jonrón en la postemporada (un récord para los Yankees) para ampliar la ventaja a cinco carreras. Cole estaba en racha. Los Yankees estaban al mando.
Todo eso quedó más o menos en entredicho en la quinta entrada, cuando los Yankees se dieron cuenta del costo de regalarle a los Dodgers tres outs extra.
Lo que antes había sido Judge estrellándose contra el muro del jardín central para robar bases extra se convirtió en Judge dejando caer una pelota de fly de rutina. Lo que había sido un ganador del Cy Young que se paseaba tranquilo, confiado, despreocupado, se convirtió en un as sacudido y sudando y buscando un out. Lo que había sido un intento incipiente de no-hit se convirtió en una entrada de cinco carreras, tres errores y 38 lanzamientos. Lo que había sido una ventaja de 5-0 ahora era un empate de 5-5. La defensa de los Yankees falló a Cole en la quinta entrada, pero él hizo su parte en eso, ya que se negó a cubrir la base en un squibber al primera base Anthony Rizzo.
En algún lugar, Tom Emanski observó con horror.
Sin embargo, los Dodgers no tenían todavía el control. Tras dejar las bases llenas en el quinto, los Yankees volvieron a adelantarse en el sexto con un elevado de sacrificio de Stanton.
De manera improbable, Cole continuó hasta el séptimo inning. Lanzó 108 lanzamientos en 6 2/3 entradas, permitiendo cinco carreras, ninguna limpia, con cuatro bases por bolas y cuatro hits.
Pero el bullpen de los Yankees, que estaba bajo presión, no pudo proteger la ventaja. Al necesitar seis outs más, el manager Aaron Boone llamó al relevista Tommy Kahnle. Dos sencillos y una base por bolas después, Boone le hizo señas al cerrador Luke Weaver para que apagara un incendio. En el escenario anterior de no outs y bases llenas en el quinto, Gavin Lux se ponchó. Esta vez, levantó un elevado de sacrificio al jardín central. Luego, después de que Ohtani, que estaba en mala racha, llegara a base por interferencia del receptor, Betts conectó un elevado de sacrificio propio, luego corrió por la línea agitando el puño mientras anotaba la carrera de la ventaja.
El mánager de los Dodgers, Dave Roberts, le concedió al relevista Blake Treinen una segunda entrada de trabajo en la octava, e incluso se mantuvo firme con él después de que Judge conectó un doble y Chisholm recibió una base por bolas. Treinen devolvió esa confianza, induciendo un débil elevado de Stanton y ponchando a Rizzo con un terrible sweeper. Treinen flexionó los dedos, señaló con dos dedos índices al cielo y se marchó, exhausto, después de 42 lanzamientos.
Walker Buehler, el héroe de los Dodgers en postemporada, salió del bullpen para la novena entrada. Ponchó a Verdugo para el out final y comenzó la celebración.
