Los científicos han encontrado evidencia genética de que la domesticación de gatos no comenzó tan temprano como comúnmente se suponía.
Si alguna vez has vivido con un gato, sabes que suelen ser un enigma. Dicho esto, los científicos podrían haber resuelto un misterio persistente sobre estos adorables felinos, con respuestas que podrían determinar cuándo los gatos llegaron por primera vez al regazo de la humanidad.
Un gran equipo de investigadores examinó el ADN de gatos bien conservados, ubicados cerca de yacimientos humanos que datan de hace más de 10.000 años. Descubrieron que los especímenes más antiguos no estaban estrechamente emparentados con los gatos que hoy consideramos mascotas, mientras que el linaje que dio origen a los gatos domésticos podría haber llegado a Europa hace tan solo 2.000 años. Los hallazgos refutan la teoría predominante sobre cuándo se domesticaron los gatos, pero también plantean nuevas preguntas sobre cómo ocurrió realmente.
“El nuevo estudio presenta argumentos muy sólidos de que los gatos domésticos no llegaron a Europa hasta hace unos pocos miles de años”, dijo a Gizmodo Jonathan Losos, biólogo evolutivo de la Universidad de Washington en St. Louis, que no estuvo afiliado al estudio.
El confuso origen del gato
El gato doméstico ( Felis catus ) desciende del todavía existente gato montés africano ( Felis lybica ).
Los gatos actuales son muy similares física y conductualmente a sus ancestros, a diferencia de los perros, que pueden actuar y verse bastante diferentes a sus parientes, los lobos. Parte de esta diferencia se debe al tiempo que hemos pasado con estos animales, respectivamente, ya que los perros fueron domesticados mucho antes en nuestra historia, probablemente hace unos 20.000 años. Pero parte de esto también se debe a la naturaleza de nuestra relación con estos animales.
En la antigüedad, la gente criaba deliberadamente a los perros para que desempeñaran diversas funciones, mientras que los primeros gatos formaron un acuerdo más beneficioso para ambos con los humanos, comiéndose roedores y plagas cercanas, mientras evolucionaban ligeramente para tolerar mejor nuestra presencia y, con el tiempo, convertirse en nuestros adorables compañeros. Por ello, no sorprende que muchos científicos consideren a los gatos semidomesticados, o mejor dicho, que los gatos se domesticaran a sí mismos.
Dado que los gatos no han cambiado mucho físicamente en comparación con sus ancestros salvajes, ha sido difícil para los científicos determinar cuándo fueron domesticados por primera vez, y eso ha dado lugar a teorías contrapuestas sobre sus orígenes.
Una teoría sostiene que la domesticación comenzó hace unos 10.000 años en el Levante, una región de Asia occidental a lo largo del Mediterráneo oriental. Una prueba clave de esta hipótesis ha sido el descubrimiento relativamente reciente de huesos de gato aparentemente enterrados junto a una persona en un yacimiento arqueológico ubicado en lo que hoy es Chipre. Otras evidencias sugieren que los agricultores neolíticos de Anatolia, la península que abarca la mayor parte de la actual Turquía, migraron posteriormente e introdujeron por primera vez los gatos domésticos en Europa hace unos 6.000 años.
La hipótesis más tradicional sostiene que la domesticación de gatos realmente comenzó en el antiguo Egipto hace unos 4.000 años, un período en el que los gatos eran claramente venerados como los seres superiores que conocemos, y se extendió a partir de allí.
Una excavación genética
Para ayudar a resolver este peliagudo debate, los investigadores utilizaron ADN antiguo y lo analizaron con técnicas de secuenciación genética relativamente nuevas.
“El ADN antiguo funciona como una máquina del tiempo y puede utilizarse para rastrear los cambios asociados con la domesticación a lo largo del tiempo y ayudar a identificar los orígenes de las especies domésticas y sus movimientos mediados por los humanos”, declararon a Gizmodo los autores del estudio, Claudio Ottoni y Marco De Martino, en un correo electrónico. “Además, las nuevas tecnologías de secuenciación permiten analizar datos genómicos completos incluso en muestras antiguas”.
El equipo reconstruyó los genomas de 70 gatos antiguos recolectados en muestras del norte de África, Europa y Anatolia. Estos gatos datan de entre el siglo IX a. C. y el siglo XIX d. C. También analizaron los genomas de gatos domésticos y salvajes modernos para crear un árbol genealógico actualizado.
Su excavación genética reveló varias cosas.
Para empezar, los gatos actuales están más estrechamente emparentados con los gatos monteses del norte de África que con los del Levante. En segundo lugar, los primeros ejemplares de gatos domésticos ancestrales encontrados en Europa datan de hace tan solo unos 2000 años, mientras que los ejemplares más antiguos de Europa y Turquía eran genéticamente gatos monteses europeos, o Felis silvestris . Estas poblaciones podrían haberse reproducido en el pasado con gatos monteses africanos, pero mucho antes de que existieran gatos domésticos reales en la zona.
Aunque los humanos pueden haber interactuado con gatos monteses e incluso haber intentado domesticarlos varias veces en nuestra historia, la investigación del equipo sugiere que el viaje hacia la verdadera domesticación de los gatos no comenzó en el Levante hace 10.000 años, y que tomó mucho más tiempo del que se suponía para que los ancestros directos de nuestros gatos llegaran a Europa (y desde allí, al mundo).
“Nuestros hallazgos desafían la visión comúnmente aceptada de una introducción neolítica de gatos domésticos a Europa, y sitúan su llegada varios milenios después”, escribieron los autores en su artículo, publicado el jueves en Science.
Los investigadores también parecieron aclarar cierta confusión sobre los gatos monteses que viven en la isla de Cerdeña (frente a Italia).
Descubrieron que tanto los gatos sardos antiguos como los modernos están más estrechamente emparentados con los gatos monteses del norte de África que con los gatos domésticos. Esto sugiere que la gente trajo una población distinta de gatos monteses a la isla hace unos 2200 años, aparte de la introducción más amplia de gatos domésticos ancestrales a Europa; esto también significaría que los gatos sardos no son descendientes asilvestrados de los gatos domésticos, como se cree ampliamente en la actualidad.
Misterios peludos por resolver
Aunque los hallazgos del equipo parecen sólidos, es posible que otros investigadores decidan rebatirlos. Y definitivamente no han descubierto todo sobre los primeros días del gato doméstico.
Losos señala, por ejemplo, que si bien la evidencia genética parece situar la introducción europea de gatos hace unos 2.000 años, los artefactos arqueológicos indican que podría estar más cerca de los 3.000 años.
Otro problema es que, si bien contamos con abundantes momias de gatos del antiguo Egipto preservadas, históricamente ha sido difícil recuperar ADN viable de este tipo de muestras, y no existen muchos otros tipos de restos de gatos de esa región y época. Por lo tanto, aún desconocemos cuándo y cómo los primeros gatos domésticos ancestrales realizaron su transición a la domesticación.
“La gran pregunta pendiente es cuándo ocurrió la domesticación; es decir, cuándo el gato doméstico, Felis catus , evolucionó a partir de su ancestro, el gato montés del norte de África”, afirmó Losos, autor de un comentario que acompaña al nuevo estudio. “Para responder a esta pregunta se necesita ADN de felinos del norte de África, Oriente Medio y Turquía que vivieron hace más de dos mil años”.
Este estudio forma parte de un proyecto en curso, el Proyecto Félix , cuyo objetivo es rastrear los orígenes del gato doméstico. Los investigadores planean profundizar aún más en el pasado remoto de nuestros peludos felinos.
“Nuestro objetivo ahora es analizar muestras antiguas de sitios arqueológicos en África, incluidas momias egipcias del período faraónico”, dijeron Ottoni y De Martino.
Independientemente de cómo los gatos se convirtieron en compañeros de la humanidad (o supervisores, dependiendo de su perspectiva), es sin duda una relación que continúa siendo beneficiosa para ambas especies (pero especialmente para las personas).
