El amistoso internacional entre México y Colombia, disputado el 11 de octubre de 2025 en el estadio AT&T de Arlington, Texas, culminó con una decisiva victoria de 4-0 para Colombia. El partido, disputado ante una multitud emocionada de más de 60,000 personas —en su mayoría mexicanos residentes en Estados Unidos—, sirvió como preparación clave para ambos equipos de cara a la Copa Mundial de la FIFA 2026, organizada conjuntamente por Estados Unidos, México y Canadá.
A pesar de que México controló el 59% de la posesión y generó 10 remates, la eficacia y el dominio del mediocampo de Colombia los abrumaron, exponiendo las ya conocidas debilidades defensivas del Tri.

Colombia atacó primero, aprovechando la ejecución de jugadas a balón parado, y se desmarcó en la segunda mitad con rápidos contraataques. Aquí está la cronología de los goles:

La victoria extiende su racha invicta contra México a cuatro partidos (tres victorias, un empate) en las últimas dos décadas, reforzando su dominio psicológico en los enfrentamientos directos. Aumenta la confianza en su preparación para el Mundial 2026, con estrellas como Díaz (Liverpool) y Rodríguez demostrando ser decisivos. El debutante Kevin Serna impresionó desde la banca, aportando profundidad al equipo.
La clasificación de la FIFA podría ascender aún más (Colombia ocupa el puesto ~12 a nivel mundial). Tácticamente, valida el fluido sistema 4-2-3-1 del entrenador Néstor Lorenzo, que enfatiza las jugadas a balón parado y las transiciones. Próximamente: Amistosos para afinar la preparación para las eliminatorias de la CONMEBOL.
Llamada de atención: Como coanfitriones de 2026, esta humillante derrota (la más abultada en un amistoso desde 2019) intensifica el escrutinio sobre el entrenador Jaime Lozano. Las fallas defensivas en jugadas a balón parado y la mala definición (solo dos remates a puerta) evocan problemas de las recientes dificultades en la Liga de Naciones, y la afición cuestiona la selección y la mentalidad del equipo.
La presión inmediata aumenta antes del amistoso del 14 de octubre contra Ecuador; se esperan ajustes tácticos, como reforzar la defensa del mediocampo.
Las implicaciones más amplias incluyen posibles peticiones de integración de juveniles o el regreso de jugadores europeos para cerrar la brecha entre la CONCACAF y la CONMEBOL, como se destacó en el discurso posterior al partido. La asistencia al AT&T subrayó el apoyo de la afición estadounidense a México, pero el resultado podría erosionar el entusiasmo si no se aborda.
El partido subraya la creciente ventaja de la CONMEBOL sobre la CONCACAF, con el talento colombiano de ligas europeas (por ejemplo, Díaz, Lerma) superando a la plantilla mexicana, con una fuerte presencia en la Liga MX. No existen enfrentamientos previos en la Copa Mundial, pero un posible choque en la fase de grupos de 2026 se perfila como una posibilidad después de este.
En X (anteriormente Twitter), las reacciones fueron polarizadas y virales:
La afición colombiana celebró un “día hermoso para el fútbol colombiano”, vinculando la victoria a triunfos juveniles como la semifinal del Mundial Sub-20 contra España (3-2). Las publicaciones la elogiaron como “una clase magistral de fútbol para México”.
La afición mexicana expresó su consternación, calificándola de “desastre” y “noche horrible”, con memes y críticas del primer gol, calificándolo de “inaceptable” para un aspirante al Mundial.
Un hilo viral debatió el papel de la globalización, señalando la anticuada percepción de superioridad de México.
Las opiniones neutrales destacaron la emotiva sede estadounidense, con más de 15.000 interacciones en los momentos destacados y análisis en cuestión de horas.
Colombia emerge fortalecida; su estilo pragmático pero con estilo es un modelo para aspirar al Mundial. El renacimiento de James Rodríguez es un triunfo narrativo en sí mismo.
Para México, esto es un duro recordatorio: ser sede del torneo exige evolución, no complacencia. El margen de 4-0 no es solo un marcador; es un catalizador para la introspección sobre las reservas de talento y las tácticas. En una rivalidad sin historia mundialista, este amistoso inclina la balanza a favor de Colombia para 2026, pero los amistosos son ensayos generales: Ecuador espera la redención de México.

