La alianza entre Carlos Amarante Baret, ex dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y fundador del movimiento Avancemos, con la Fuerza del Pueblo (FP) de Leonel Fernández, junto con la renuncia de José del Castillo Saviñón del PLD y su presunta alineación con el senador de FP Omar Fernández, marca un cambio significativo en el panorama político de la República Dominicana.
Estos acontecimientos reflejan la continua fragmentación dentro del PLD, la consolidación de FP como una fuerza política importante y el surgimiento de un sistema político tripartito.
La salida de figuras de alto perfil como Carlos Amarante Baret y José del Castillo Saviñón exacerba la crisis interna del PLD, que comenzó con la escisión de 2019 liderada por Leonel Fernández.
La expulsión de Amarante Baret del PLD en septiembre de 2024 por intentar persuadir a sus miembros para que se unieran a su nueva organización, Avancemos, y la renuncia de Castillo son una señal de la continua desunión e insatisfacción con el liderazgo del partido, especialmente bajo la dirección de Danilo Medina.
El PLD, que en su momento fue una fuerza dominante con cinco victorias presidenciales desde 1996, ha visto disminuir significativamente su militancia, de 2,17 millones en 2023 a una pérdida de aproximadamente 2,3 millones de simpatizantes desde 2019. Esta erosión debilita la base electoral y la fuerza organizativa del PLD.
La alianza entre Avancemos de Amarante Baret y el FP de Fernández, formalizada en agosto de 2025, consolida la posición del FP como partido líder de la oposición.
El FP ya superó al PLD en las elecciones de 2024, obteniendo el 28,85% de los votos, frente al 10,39% del PLD. La incorporación de Amarante Baret, exmiembro del Comité Político del PLD con gran influencia, y la posible alineación de Castillo con Omar Fernández, destacado senador de FP, consolidan aún más el atractivo y los recursos de FP.
Esta alianza refuerza la capacidad de FP para desafiar al gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM), ya que tanto Amarante Baret como Fernández se han comprometido públicamente a derrotar al PRM en futuras elecciones.
El realineamiento político contribuye a un sistema tripartito que involucra al PRM, FP y un PLD debilitado. Las elecciones de 2020 marcaron el fin del dominio del PLD, con la victoria presidencial de Luis Abinader, del PRM. El ascenso de FP como actor clave, impulsado por las deserciones del PLD, sugiere un panorama electoral más competitivo.
Partidos y movimientos más pequeños, como Avancemos y Justicia Social (fundado por otro desertor del PLD, Julio César Valentín), diversifican aún más el panorama político, lo que podría dividir el voto de la oposición, pero también generar oportunidades para coaliciones.
La pérdida de figuras clave como Amarante Baret y Castillo, sumada a la salida anticipada de Fernández y otros, reduce la capacidad del PLD para competir eficazmente en futuras elecciones. El desempeño electoral del partido en 2024 (10,39% del voto presidencial) refleja la pérdida de su influencia, y nuevas deserciones podrían reducirlo a un segundo plano.
Críticas internas, como la preocupación de Jaime David Fernández Mirabal por la mala gestión de la expulsión de Amarante Baret, ponen de relieve la dificultad del PLD para gestionar la disidencia y mantener la cohesión, lo que podría alejar a más miembros.
La incorporación de exlíderes del PLD y sus simpatizantes por parte del FP lo posiciona como la principal alternativa al PRM. La experiencia política de Leonel Fernández y la incorporación de figuras como Amarante Baret y, potencialmente, Castillo, fortalecen la capacidad organizativa de FP y su atractivo para el electorado, especialmente entre antiguos simpatizantes del PLD.
La alianza con Avancemos, que enfatiza los valores progresistas y la lucha contra la corrupción, se alinea con la plataforma de FP, lo que podría atraer a votantes desilusionados tanto con los escándalos del PLD como con la gobernanza del PRM.
El traslado de líderes del PLD a FP y otras plataformas como Avancemos y Justicia Social sugiere una reconfiguración de las alianzas políticas. Si bien FP y Avancemos buscan desafiar al PRM, la fragmentada oposición podría tener dificultades para unirse contra el partido gobernante a menos que se formen coaliciones estratégicas.
La supuesta alineación de Castillo con Omar Fernández, hijo de Leonel Fernández, podría indicar un cambio generacional dentro de FP, fortaleciendo su atractivo para los votantes más jóvenes y consolidando su identidad política dinástica.
Las deserciones y alianzas ponen de relieve la profundización de las divisiones ideológicas y personales en la política dominicana. Los problemas de disciplina interna del PLD y el auge de FP como alternativa populista podrían intensificar la polarización política, con el PRM beneficiándose de una oposición dividida.
El enfoque de Avancemos y FP en la lucha contra la corrupción y la reforma institucional puede resonar entre los votantes frustrados por los escándalos, pero también podría intensificar las tensiones si se percibe como oportunista.
El PLD enfrenta una crisis existencial a medida que las deserciones y las derrotas electorales erosionan su otrora posición dominante. Para mantener su relevancia, el partido debe abordar las divisiones internas, modernizar su plataforma y distanciarse de escándalos pasados como el de Odebrecht. Sin una reforma significativa, corre el riesgo de una mayor marginación.
La resistencia del partido a los cambios de liderazgo, en particular la continua influencia de Danilo Medina, ha alimentado las deserciones y podría obstaculizar su recuperación.
Fuerza del Pueblo está preparada para capitalizar el declive del PLD, posicionándose como la principal fuerza de la oposición. La alianza con Avancemos y la posible inclusión de figuras como Castillo fortalecen sus perspectivas electorales, pero FP debe afrontar los desafíos de unificar a las diversas facciones y evitar una dependencia excesiva de la marca personal de Fernández.
La creciente prominencia de Omar Fernández dentro de FP sugiere un posible plan de sucesión que podría mantener la influencia del partido a largo plazo.
El sistema político de la República Dominicana está en transición del predominio del PLD y el PRD a una estructura tripartita con el PRM, el FP y un PLD debilitado. Este cambio ofrece oportunidades para nuevas voces, pero también corre el riesgo de fragmentación, lo que podría beneficiar al PRM en futuras elecciones.
El éxito de movimientos más pequeños como Avancemos dependerá de su capacidad para ganar fuerza de forma independiente o mediante alianzas, como se ha visto con el FP.
A pesar de la inestabilidad política, es probable que el crecimiento económico de la República Dominicana continúe, como se indica en los análisis de su resiliencia en medio de las crisis políticas. Sin embargo, el enfoque en la lucha contra la corrupción y la justicia social por parte del FP y Avancemos podría presionar al PRM a abordar estos problemas con mayor agresividad.
Las políticas excluyentes destacadas en algunos análisis, como las que afectan a los dominico-haitianos, podrían ser objeto de un mayor escrutinio a medida que nuevos actores políticos abogan por la inclusión, aunque podrían persistir prejuicios arraigados.
La alianza entre Avancemos de Amarante Baret y el FP de Fernández, sumada a la renuncia de Castillo y su presunta alineación con Omar Fernández, subraya el continuo declive del PLD y el ascenso del FP como una importante fuerza de oposición. Estos cambios están transformando la política dominicana en un sistema tripartito más fragmentado, con implicaciones para la competencia electoral, la cohesión partidaria y las prioridades políticas.
El dominio del PRM podría persistir a corto plazo, pero la creciente fuerza del FP y el surgimiento de nuevos movimientos podrían redefinir el panorama político en los próximos años.
