El Departamento de Estado publicó el martes sus esperados informes sobre derechos humanos internacionales, y éstos reducen drásticamente los tipos de represión y abuso gubernamental que Estados Unidos, bajo el presidente Trump, considera dignos de crítica.
La agencia afirmó que los informes de derechos humanos “simplificados” se ajustan mejor a lo que exige la ley. Sin embargo, los críticos afirman que el contenido reducido exime de responsabilidad a los autoritarios.
El nuevo informe sobre El Salvador elimina las referencias a las malas condiciones penitenciarias; en el resumen ejecutivo, simplemente afirma: «No hubo informes creíbles de abusos significativos de derechos humanos». La misma afirmación general aparece en el resumen ejecutivo de Hungría, y desaparece la extensa documentación sobre la corrupción gubernamental en ese país. Las violaciones de la libertad de reunión pacífica en China han desaparecido.
Un análisis de los documentos realizado por NPR muestra que los informes de este año tienen aproximadamente un tercio de la extensión de los del año pasado. Los informes sobre El Salvador y Moldavia son más de un 75 % más cortos.
Desde la década de 1970, Estados Unidos ha recopilado estos informes sobre todos los países del mundo, destacando abusos como restricciones a la libertad de reunión, elecciones injustas y castigos a grupos minoritarios. Ninguna de estas categorías está documentada en los nuevos informes.
El Congreso se basa en las evaluaciones para tomar decisiones sobre ayuda exterior y venta de armas. Los informes son muy esperados por diplomáticos, activistas y periodistas, y tienen fama de ser imparciales y exhaustivos. Sin embargo, los defensores temen que los cambios recientes impliquen que los informes de este año adquieran un cariz más político.
La publicación de este año se retrasó durante meses mientras el Departamento de Estado dedicaba tiempo adicional a eliminar miles de violaciones de los borradores preparados en 2024 por funcionarios del servicio exterior y sus contactos en el exterior.
El presidente Trump anunció el nuevo enfoque esta primavera durante su visita a Arabia Saudita, país largamente criticado por su autoritarismo y el abuso de mujeres y niños. Trump elogió al príncipe heredero Mohammed bin Salman, considerado ampliamente responsable de la tortura y el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, afirmando que el éxito de Arabia Saudita no se debió a que los constructores de naciones occidentales dieran “lecciones sobre cómo vivir y cómo gobernar sus propios asuntos”.
Tradicionalmente, el Secretario de Estado presenta los informes en una sesión informativa pública. Este año, el Secretario de Estado Marco Rubio decidió no programar un evento específico, a pesar de haber elogiado los informes anteriormente cuando era senador estadounidense. Uno de sus antiguos colegas en el Senado criticó lo que consideró una nueva actitud de Rubio hacia los informes.
“Me arrepiento de haber votado por el senador Rubio”, dijo el senador Chris Van Hollen, demócrata de Maryland, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y quien votó a favor de confirmar a Rubio como Secretario de Estado. “Cuando era miembro del Senado, solía defender una política exterior estadounidense basada en la promoción de la democracia y los derechos humanos. Pero desde su confirmación, parece haber olvidado todo eso”.
Se eliminaron dos tercios del contenido de los informes
A principios de este año, NPR obtuvo un memorando interno del Departamento de Estado que instruía a los empleados encargados de la edición de los informes a eliminar categorías completas de infracciones no “explícitamente exigidas por la ley”, incluyendo la violencia de género y la justicia ambiental. Se les indicó que eliminaran aproximadamente dos tercios del contenido en lo que los funcionarios califican como un esfuerzo para ajustarse a las políticas de la administración y hacer los informes “más legibles”.
El material eliminado incluye cuestiones consideradas ampliamente como derechos fundamentales según el derecho internacional, como el derecho a un juicio público justo. En el memorando, se ordenó a los editores eliminar las referencias a la diversidad, la equidad y la inclusión, la violencia sexual infantil y la intromisión en la privacidad. También se eliminaron las referencias a las restricciones a la participación política y la corrupción gubernamental, la violencia contra las minorías y las personas LGBTQ+, y el acoso a las organizaciones de derechos humanos.La “reducción masiva” sorprende a los defensores
Los defensores de los derechos humanos se habían preparado para el cambio bajo la administración Trump, pero algunos dicen que la escala de los recortes todavía es impactante.
“Esperábamos que se recortaran los derechos de las mujeres y de las minorías”, dijo Yaqiu Wang, investigadora de derechos humanos en China con amplia experiencia, recientemente en Freedom House. “Pero incluso la libertad de expresión —la comprensión internacional de lo que Estados Unidos considera derechos humanos, en primer lugar— se ha visto recortada. Estoy conmocionada”.
La libertad de expresión de la prensa todavía se tiene en cuenta en los nuevos informes, pero no existe ninguna categoría que cubra la expresión de los ciudadanos comunes.
Wang afirma que, para los defensores de derechos humanos y los periodistas, los informes son más que un simple registro: son una herramienta. Se utilizan para respaldar solicitudes de asilo y se citan en los tribunales.
Y la simplificación va más allá de la eliminación de categorías enteras. Para las categorías requeridas por ley, el memorando instó a los editores a reducir el número de ejemplos de cada violación a un solo “incidente ilustrativo”, independientemente de la magnitud de los abusos. En la práctica, esto significa que un país con un patrón de intimidación o tortura a la prensa es criticado por una sola violación, lo que borra la escala más amplia de la represión.
Amanda Klasing, directora nacional de relaciones gubernamentales y defensa de derechos de Amnistía Internacional Estados Unidos, dijo que los cambios significan que Estados Unidos está siendo indulgente con los infractores.
“Si se reduce a un solo caso, es más fácil para los gobiernos —y en particular para los gobiernos autoritarios— decir: ‘Este es solo un caso. Cuéntennos un problema real'”, dijo Klasing.
Van Hollen calificó las revisiones como “un uso irresponsable del dinero de los impuestos” que niegan tanto a los responsables políticos como al público “la verdad sin adornos” sobre la situación de los derechos humanos en el extranjero.
Guardián político
El memorando también ordena que los informes sobre 20 países específicos, entre ellos Canadá, Alemania, Israel, el Reino Unido y Ucrania, sean revisados por Samuel Samson, funcionario designado políticamente en la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo. Samson, quien no respondió a la solicitud de entrevista de NPR, se graduó de la Universidad de Texas en 2021. Su currículum incluye su trabajo en “The American Moment”, una organización política conservadora cuya misión, según su director ejecutivo , es colocar a activistas de derecha en “trabajos bien remunerados donde tengan influencia”.
Van Hollen dijo que los cambios plantean preguntas sobre las prioridades de la administración en el país.
“Si la administración Trump va a socavar los derechos humanos aquí”, dijo, “no quieren tener que informar sobre lo que sucede en otros países”.
Cabe destacar el informe sobre el Reino Unido. Si bien en la mayoría de los informes nacionales se menciona poco la libertad de expresión, en el nuevo informe del Reino Unido hay amplia documentación sobre las restricciones gubernamentales que censuran el discurso de odio. El vicepresidente J. D. Vance ha planteado públicamente la cuestión de las infracciones a la libertad de expresión fuera de las clínicas de aborto en el Reino Unido y las restricciones al rezo.
Obligaciones legales en cuestión
El gobierno insiste en su compromiso con la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, Van Hollen argumenta que la reforma minimalista podría ya no cumplir con la ley, que exige una consideración completa de los derechos humanos internacionalmente reconocidos.
“Aquí no se pueden eliminar categorías importantes de derechos humanos”, dijo Van Hollen, y agregó: “no quieren tener que informar sobre lo que sucede en otros países”.
