Los Cincinnati Reds derrotaron a los Chicago Cubs 3-2 el 4 de agosto de 2025 y 5-1 el 5 de agosto de 2025 en el Wrigley Field, asegurando la victoria de la serie en tres juegos.
Los Reds (60-54) ganaron tres de sus últimos cuatro juegos, incluyendo estas dos victorias, mejorando su posición en la División Central de la Liga Nacional y reforzando sus posibilidades de comodín. Las contribuciones clave de TJ Friedl (sencillo impulsor de desempate el 4 de agosto) y Spencer Steer (jonrón de tres carreras el 5 de agosto) destacaron su capacidad ofensiva, mientras que el sólido debut de Zack Littell (8 ponches, 7 entradas el 5 de agosto) demostró la profundidad de su pitcheo.
Esta victoria en la serie contra un sólido equipo de los Cubs (65-48) podría brindarles un impulso psicológico y competitivo de cara a una racha crítica de juegos.
Los Cubs (65-48) quedaron a cuatro juegos de los Cerveceros de Milwaukee, líderes de la División Central de la Liga Nacional, tras perder tres de sus últimos cuatro partidos, ambos contra los Reds.
La ofensiva de los Cubs tuvo dificultades, conectando solo un hit en el partido del 4 de agosto y cuatro en el del 5 de agosto, desperdiciando actuaciones de calidad de sus lanzadores. Esta derrota en la serie puso de relieve las persistentes inconsistencias ofensivas, como lo señalaron los aficionados en X, quienes expresaron su preocupación por la incapacidad de los Cubs para aprovechar las oportunidades.
Ambos equipos perdieron a sus lanzadores abridores por lesiones el 4 de agosto. Nick Lodolo, de los Reds, salió con una ampolla, y Mike Soroka, de los Cubs, con una lesión en el hombro derecho después de solo dos entradas. Estas lesiones sobrecargaron los bullpens de ambos equipos, obligándolos a depender inicialmente de los relevistas, lo que podría afectar la profundidad del pitcheo en los siguientes partidos.
La victoria de los Rojos en la serie los acercó a los Cachorros en la clasificación de la División Central de la Liga Nacional, posiblemente reduciendo la diferencia a 4.5 juegos si ganaban el último partido el 6 de agosto, como especulaban los aficionados en X.
Esto ajustó la contienda por el segundo puesto y un puesto de comodín, presionando a los Cachorros para que recuperaran consistencia ofensiva. La pérdida de terreno de los Cachorros ante los Cerveceros complicó aún más sus aspiraciones al título divisional.
Para los Rojos, el exitoso debut de Zack Littell y el bateo decisivo de Spencer Steer reforzaron sus adquisiciones en la fecha límite de canjes y su potencial ofensivo.
Sin embargo, la preocupación por jugadores como la falta de bases por bolas de Noelvi Marte y las dificultades de Matt McLain en el Wrigley Field (1 de 10) generó dudas sobre los ajustes en la alineación. Para los Cachorros, el error de Dansby Swanson (fallando la primera base en una posible carrera del empate) y el error de Ian Happ el 4 de agosto pusieron de manifiesto las fallas defensivas que resultaron costosas.
La decisión del mánager Craig Counsell de sacar al abridor Shota Imanaga temprano el 5 de agosto fue criticada por sobredimensionar el juego, lo que resultó en una séptima entrada de cuatro carreras que abrió el marcador.
Las publicaciones en X reflejaron la frustración de los aficionados de los Cachorros, quienes vieron la serie como una oportunidad perdida para distanciarse de los Rojos en la clasificación.
Por otro lado, los aficionados de los Rojos expresaron optimismo sobre la resiliencia de su equipo a pesar de un calendario difícil, aunque algunos lamentaron su inconsistencia. La narrativa sobre las dificultades ofensivas de los Cachorros y su capacidad para capitalizar los errores moldeó las discusiones posteriores al partido.
Los Rojos demostraron que pueden competir con los mejores equipos de la División Central de la Liga Nacional, aprovechando un bateo oportuno y un pitcheo sólido para vencer a los Cachorros en el Wrigley. Su capacidad para ganar a pesar de la temprana eliminación de Lodolo el 4 de agosto y la alta cantidad de lanzamientos de Littell en la primera entrada el 5 de agosto sugiere un equipo con profundidad y adaptabilidad, cruciales para sus aspiraciones de postemporada.
La incapacidad de los Cachorros para generar hits (uno el 4 de agosto, cuatro el 5 de agosto) y capitalizar las oportunidades (por ejemplo, dejar varado a Willi Castro en la séptima entrada el 4 de agosto) apunta a la necesidad de ajustes ofensivos.
Con un sólido cuerpo de lanzadores pero una ofensiva vacilante, los Cachorros corren el riesgo de caer aún más en la División Central de la Liga Nacional si no abordan estos problemas.
Los Rojos aseguraron la serie con sus victorias del 4 y 5 de agosto, y el último partido del 6 de agosto les ofreció la oportunidad de barrer. Una barrida de los Rojos podría cambiar significativamente la dinámica de la División Central de la Liga Nacional, mientras que una victoria de los Cachorros mitigaría el daño y los mantendría al frente de la clasificación. La serie subrayó la naturaleza competitiva de la división y la importancia de aprovechar los momentos clave.
La victoria de los Rojos en la serie tiene implicaciones inmediatas para su confianza y su posicionamiento en los playoffs, mientras que los Cachorros enfrentan una creciente presión para estabilizar su ofensiva y mantener su ventaja en la División Central de la Liga Nacional. El resultado del partido del 6 de agosto podría aclarar aún más la trayectoria de ambos equipos.

