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La disputa en redes sociales entre Cheddy García, conocida como “La Mamá del Humor”, y Jessica Pereira, comunicadora venezolana radicada en República Dominicana, ha generado un impacto significativo en el ámbito del entretenimiento dominicano, con consecuencias tanto sociales como mediáticas.
La controversia comenzó cuando Cheddy García, en el programa Más Roberto, expresó su desinterés por relacionarse con Jessica Pereira, insinuando diferencias de larga data y criticando a comunicadores que, según ella, siguen las opiniones de Santiago Matías (Alofoke).
Esto desencadenó una respuesta inmediata de Pereira en su programa Jessica En Punto, donde afirmó que García le generaba “mala vibra” y que no deseaba ninguna relación con ella, ni personal ni profesional.
La situación escaló con videos y publicaciones en Instagram de ambas partes, que se volvieron virales. Cheddy García, en particular, usó su plataforma para responder con fuerza, publicando videos en los que refutaba las declaraciones de Pereira y amenazaba con revelar información comprometedora, lo que atrajo aún más atención.
La disputa generó un “fuego cruzado” en redes, con medios como Remolacha, Más Vip y El Pregonero cubriendo los intercambios, lo que amplificó el alcance del conflicto.
Las publicaciones en X muestran una división entre los seguidores de ambas figuras. Algunos usuarios apoyaron a Cheddy García, destacando su trayectoria de 35 años y su imagen como “mamá del pueblo dominicano”, mientras que otros criticaron a Pereira por sus comentarios, acusándola de desproporcionada o irrespetuosa.
La participación de terceros, como el cantautor Wason Brazobán, quien defendió a Cheddy y denunció el uso de bots para atacar a figuras públicas, intensificó el debate sobre la manipulación digital en este tipo de conflictos.
Cheddy García reforzó su posición como figura influyente, utilizando la disputa para destacar su autenticidad y trayectoria. Su frase “Me cogí las redes pa’ mí sola. Mamá dando calambre” refleja cómo capitalizó la atención para consolidar su presencia en línea.
Jessica Pereira, por su parte, enfrentó críticas por sus comentarios, especialmente tras calificar a García de “piltrafa” y mencionar temas personales, lo que algunos consideraron un ataque desmedido.
Cheddy García, la comediante, aprovechó el conflicto para reforzar su imagen de autenticidad y resiliencia. Su respuesta, que incluyó un ultimátum a Pereira y la mención de información en su celular, generó expectativa sobre posibles revelaciones, manteniendo su relevancia en redes. Sin embargo, la exposición de temas personales podría polarizar aún más a su audiencia.
La comunicadora Jessica Pereira enfrentó un mayor escrutinio público, con algunos usuarios en X acusándola de buscar atención o de ser desleal a su colega. Esto podría afectar su credibilidad en el medio, especialmente porque su respuesta fue vista como reactiva y personal.
La disputa ha involucrado a otras figuras del entretenimiento, como Santiago Matías (Alofoke), mencionado como un punto de fricción, y Ali David, quien fue señalado en relación con el conflicto.
Esto sugiere que la controversia podría tener ramificaciones más amplias en la dinámica entre comunicadores y productores en República Dominicana.
La mención de una “mujer de la vida alegre de Sosúa” como posible origen del conflicto, según un video de YouTube, añade una capa de especulación que podría dañar la reputación de ambas si no se aclara.
Cheddy García insinuó una posible demanda contra Pereira por mencionarla a ella y a su familia, lo que podría escalar el conflicto a un ámbito legal.
En el pasado, casos similares en República Dominicana, como la filtración de contenido íntimo de Pereira en 2019, han llevado a discusiones sobre delitos digitales y difamación, regidos por la Ley 53-07 sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología.
La disputa también pone en relieve el impacto del ciberbullying y la difamación en redes sociales, un problema recurrente para figuras públicas dominicanas, como se vio en casos previos con Cheddy García y su hija Chelsy Bautista.
El conflicto ha generado un debate sobre la ética en las redes sociales y el uso de plataformas para resolver disputas personales. La intervención de Wason Brazobán, denunciando granjas de bots, subraya cómo las redes pueden ser manipuladas para amplificar conflictos.
La viralidad del caso refuerza la tendencia de los medios dominicanos a capitalizar este tipo de controversias, lo que podría incentivar más enfrentamientos públicos para generar contenido, a costa de la privacidad y el bienestar de los involucrados.
La disputa entre Cheddy García y Jessica Pereira ha captado la atención del público dominicano, generando un impacto significativo en las redes sociales y los medios de comunicación.
Mientras Cheddy ha sabido aprovechar el conflicto para reforzar su imagen, Pereira enfrenta críticas que podrían afectar su reputación.
Las consecuencias incluyen tensiones en el medio del espectáculo, posibles implicaciones legales y un debate sobre el uso ético de las redes sociales.
Este caso refleja cómo las plataformas digitales pueden amplificar conflictos personales, afectando tanto a las figuras públicas como a sus audiencias, en un contexto donde la viralidad y la polémica suelen dominar la conversación pública.
