La comunidad filipina de Vancouver quedó en shock y de luto luego de que un ataque con un automóvil dejó 11 personas muertas el sábado.
El ataque, que tuvo lugar en el festival anual Lapu Lapu, que celebra la cultura filipina, también dejó decenas de heridos.
Los organizadores del evento dijeron que la unida comunidad filipina de la ciudad está “de luto” y que el impacto del ataque se sentirá durante los próximos años.
Un sospechoso de 30 años, que según la policía tiene antecedentes de problemas de salud mental, ha sido detenido.
La policía aún no ha revelado el motivo del ataque, pero dijo que no cree que fuera un acto de terrorismo.
El ataque tuvo lugar aproximadamente a las 20:14 hora local del sábado (03:14 GMT) en East 43rd Avenue y Fraser, en el sur de Vancouver.
El domingo, en el lugar, la gente comenzó a depositar flores y a presentar sus respetos.
Una mujer se dobló en sollozos antes de marcharse. Otra mujer, llamada Donna, dijo que vivió en el barrio durante más de 50 años.
Ella estuvo en el festival y dijo que estaba lleno de jóvenes y familias.
“La gente estaba aquí para celebrar y divertirse”, declaró a la BBC. “Es trágico”.
En una conferencia de prensa al día siguiente, RJ Aquino, director de la organización Filipino BC, dijo que “anoche fue extremadamente difícil y la comunidad lo sentirá durante mucho tiempo”.
“Sabemos que hay muchas preguntas y que no tenemos todas las respuestas, pero queremos decirles a todos que estamos de duelo”, añadió.
El Sr. Aquino dijo que el ataque causó considerable confusión y caos en la unida comunidad filipina de la ciudad, y que muchos residentes se llamaban entre sí para saber cómo estaban sus seres queridos.
“No creo que mi teléfono haya vibrado tanto en toda mi vida”, dijo. “Sentía mucho pánico y, ya sabes, alivio, cuando alguien contestaba”.
En una conferencia de prensa separada el domingo, el jefe interino de la policía de Vancouver, Steve Rai, dijo que era el “día más oscuro” en la historia de la ciudad.
Dijo que “decenas” de personas resultaron heridas en el ataque, algunas de gravedad.
“El número de muertos podría aumentar en los próximos días o semanas”, dijo a los periodistas, añadiendo que entre las víctimas había hombres, mujeres y jóvenes.
El sospechoso, que no ha sido identificado, fue detenido por agentes de policía tras ser detenido por transeúntes en el lugar del incidente.
Aunque Rai se negó a especificar cualquier motivo potencial, dijo que “ahora puedo decir con confianza que la evidencia en este caso no nos lleva a creer que esto fue un acto de terrorismo”.
El sospechoso, añadió, tiene “un historial significativo de interacciones con la policía y profesionales de la salud relacionados con la salud mental”.
Aún no se han presentado cargos penales formales.
El festival en Vancouver, hogar de más de 140.000 canadienses de ascendencia filipina, se celebra cada año para conmemorar a Lapu-Lapu, un héroe nacional que resistió la colonización española en el siglo XVI.
Decenas de miles de personas asistieron al evento.
Según Rai, la policía había realizado una evaluación de amenazas antes del festival y había cerrado parcialmente una calle detrás de una escuela donde se desarrollaba la mayor parte de las festividades.
No había nada que indicara un nivel de amenaza mayor para el evento, añadió.
La calle donde se produjo el ataque estaba ocupada en gran parte por camiones de comida y no había barreras.
Rai dijo que el incidente sería un “momento decisivo” para los funcionarios de la ciudad y los socorristas.
El ataque ocurrió justo antes de las elecciones federales de Canadá del 28 de abril, lo que llevó al primer ministro Mark Carney a cancelar grandes reuniones de partidarios del Partido Liberal en Calgary y Richmond.
Se esperaba que los eventos más pequeños centrados en la comunidad en Saskatoon y Edmonton continuaran según lo planeado.
En un discurso televisado a los canadienses, Carney dijo que estaba “desconsolado” y “devastado” por el ataque.
El principal candidato de la oposición, Pierre Polievre, continuó haciendo campaña mientras los candidatos buscaban hacer presentaciones finales a los votantes antes de dirigirse a las urnas.
Un líder político canadiense, Jagmeet Singh del Partido de los Nuevos Demócratas, estuvo entre quienes asistieron al festival de Lapu Lapu el sábado y posteriormente cambió sus eventos planeados para el domingo.
Dijo que era “desgarrador” ver que “tal alegría pueda ser destrozada tan violentamente”.
“Vi familias reunidas, vi niños bailando, vi orgullo por la cultura, por la historia y por la comunidad”, añadió.
