Por Edward Szekeres y Lauren Kent , y Anna Chernova, CNN
Las fuerzas rusas han recuperado Sudzha, la ciudad más grande que Ucrania ocupó una vez en la región de Kursk , según Moscú, amenazando la única moneda de cambio territorial de Kiev en medio de la presión para negociar el fin de la guerra.
“Durante las operaciones ofensivas, unidades del grupo militar Norte liberaron los asentamientos de Melovoy, Podol y Sudzha”, informó el jueves el Ministerio de Defensa ruso.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), organismo que monitorea el conflicto con sede en Estados Unidos, también dijo que imágenes desde el terreno indicaban que las fuerzas rusas habían tomado Sudzha y avanzado hacia el sur de Zaoleshenka, un asentamiento al noroeste de la ciudad.
Su recuperación representaría una importante victoria simbólica para Rusia. Aunque Sudzha es una ciudad pequeña, con una población de aproximadamente 5.000 habitantes antes de la incursión ucraniana, era una de las pocas ciudades pobladas que aún se encontraban en poder de Ucrania.
Esto coincide con la llegada a Moscú del enviado especial estadounidense Steve Witkoff el jueves, según informó la agencia estatal de noticias rusa Tass. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el día anterior que Rusia esperaba recibir información de funcionarios estadounidenses sobre un alto el fuego de 30 días, respaldado por Estados Unidos, que abarca toda la línea del frente y que Ucrania ya ha aceptado .
En una conversación telefónica regular con periodistas el jueves, Peskov expresó su confianza en que todas las partes de la región de Kursk ocupadas por Ucrania serán liberadas pronto.
El presidente (Vladimir Putin) afirmó que esto debe hacerse lo antes posible. Tomará todo el tiempo necesario para salvar el máximo número de vidas de nuestros militares y civiles. Pero no cabe duda de que la región de Kursk será liberada bastante pronto, declaró Peskov al preguntarle cuánto tiempo podría tardar en expulsar a las Fuerzas Armadas Ucranianas de la zona.
Putin realizó una visita sorpresa a la región de Kursk el miércoles. Vestido con uniforme militar, en un video transmitido por la televisión estatal rusa, el presidente ruso declaró a las tropas de primera línea que el objetivo de Moscú es “liberar completamente” Kursk lo antes posible, durante su primer viaje a la región occidental desde la inesperada incursión ucraniana el año pasado.
La visita, cuidadosamente planificada, pareció diseñada para levantar la moral mientras las fuerzas rusas avanzan hacia los últimos remanentes de las fuerzas ucranianas en el interior de Rusia. Putin pronunció un discurso ante los soldados, en el que los instó a expulsar a las fuerzas ucranianas restantes en la región y planteó la posibilidad de crear una “zona de amortiguación” a lo largo de la frontera entre Rusia y Ucrania.
Los soldados ucranianos capturados en Kursk deben ser tratados como “terroristas”, añadió Putin.
Ucrania lanzó su sorpresiva incursión en Kursk en agosto, capturando rápidamente territorio en lo que fue la primera invasión terrestre de Rusia por una potencia extranjera desde la Segunda Guerra Mundial. Además de capturar territorio que podría intercambiarse por territorio ocupado por Rusia, la campaña pretendía desviar los recursos de Moscú de las líneas del frente en el este de Ucrania.
Pero Kiev ha tenido dificultades para mantener el territorio capturado y su control sobre la región se ha deteriorado rápidamente en los últimos días.
El miércoles, el general de mayor rango de Ucrania, Oleksandr Syrskyi, insinuó nuevas retiradas tácticas a “posiciones más favorables”, afirmando que su prioridad era “salvar la vida de los soldados ucranianos”. Rusia había llevado a cabo ataques aéreos en su propio territorio, incluyendo la ciudad de Sudzha, que quedó “casi completamente destruida”, añadió Syrskyi.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también declaró a la prensa el miércoles: «Los rusos claramente intentan ejercer la máxima presión sobre nuestras tropas. El mando militar está haciendo lo que tiene que hacer, salvando tantas vidas como sea posible».
El general ruso de alto rango, Valery Gerasimov, afirmó el miércoles que las fuerzas rusas habían recuperado más del 86% del área tomada por Ucrania, que 430 soldados ucranianos habían sido hechos prisioneros y que los ucranianos restantes estaban rodeados.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el miércoles que la pelota está ahora en la cancha de Putin, mientras representantes estadounidenses se dirigían a Rusia para discutir la propuesta de alto el fuego.
“Tendremos que ver. Ahora le toca a Rusia”, dijo Trump a los periodistas en el Despacho Oval, aunque se negó a comentar si tiene una reunión programada con el líder ruso.
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